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Por Vanessa Díez.

La última amazona urbanita llega con camisa abotonada hasta el final, vaquero estrecho y zapato plano. Transparente, sin artificios y con falta de un buen café. La hemos citado en una cafetería coqueta y tranquila para hablar de su poesía. “La historia sin nosotras” antes y ahora “Sombras cuarteadas de neón” con ilustraciones de David Gil. En Castalla fue el estreno de la propuesta escénica, poemas con música electrónica, Alicia como voz y el D.J David Martínez con todo lo demás. Ya ha habido presentaciones en Elche, Sevilla, Alicante y Murcia, además de Castalla. Desayuna un café con leche y media tostada.

Yo me quejaba de Machado y los campos de Castilla y decía que era pesado. Y al final cada uno tiene sus propias fobias.

¿Qué diferencias hay entre el primer poemario y el segundo?

Existe una madurez poética que en el otro no tenía. Quería que hubiera una diferencia para el lector en cuanto a estilo y en la manera de trabajar los textos. Alguna lectora si me lo ha ratificado “me gusta más este segundo y me gusta porque has crecido y lo transmites en lo que escribes”. Es un libro más unitario, cuando el otro era más una escaparate de poemas que consideraba publicables de aquellos primeros años. Sin embargo, este tiene su principio y su final y está todo hilado. Creo que es más compacto. El otro también tenía su unidad, porque se la dimos al final, pero eran más textos escogidos.

Sigues intentando jugar con el lector. En el anterior era lee por donde quieras y ahora les dices que pueden escribir en incluso hacer la lista de la compra al final del poemario. ¿Te gusta esa interacción con el lector?

Me gusta esa interacción, porque siempre me la he planteado en algún sentido. Soy de las que no mancilla el texto, nunca me ha gustado pintar el libro o escribir en él. Con los años me he atrevido más. Ya subrayo, escribo e incluso más de un poema ha salido en el interior de la contra de cualquier libro, porque estás leyendo y te va viniendo lo que sea. De ahí el “haz lo que quieras con esto, pero haz algo, sácale todo el partido que puedas y no tengas miedo a dejarlo ensuciado”. Me vino leyendo a Txus García, porque me dieron ganas de escribir y no había hueco en ningún lado. Esa interacción con el lector creo que se debe producir de manera natural. Otra forma de llegar a ello es a través de la Playlist, ya que puedes ponerte la canción e ir al poema. No soy de empezar los libros por el principio, puedo empezar por el principio o no. Soy una gran amante de Cortázar y su Rayuela. Entonces me parece genial que el lector haga su propio puzle de Sombras cuarteadas de neón.

Entonces la Playlist es como otra recomendación.

Es otra recomendación, puedes utilizarla o no; pero es verdad que muchos de los poemas con los que empezó el proyecto estaban precedidos por canciones. Después hice mis correcciones, porque no es tanto que todos los poemas fueran precedidos por una canción. Soy muy melómana, me apetecía dar una guía musical de lo que era el libro. Con canciones que a mí me inspiraban poemas o poemas que me inspiraban canciones. Una muestra de novedades del momento en el que estábamos cerrando el proceso de edición o cosas que sí habían estado relacionadas con el libro en un pasado. Una manera de hacer el libro más ameno, a parte de las ilustraciones. A mí como lectora de poesía me encantaría que me dieran una guía musical.

Hablando de las ilustraciones ¿Cómo llegaste al ilustrador David Gil?

David y yo siempre quisimos trabajar en común. Nos conocíamos de Fetiche que trabajó con L’Escorxador en varias ocasiones. Son muy currantes, son buena gente y sobre todo saben mucho de la cultura underground que de otro modo no llegaría a la provincia de Alicante. Era David el que maquetaba el fanzine y sigue siendo e incluía muchas de sus ilustraciones. A mí siempre me encantó lo que hacía, ese rollo tan naïf, tan marciano, que no es una ilustración al uso. Ya al principio de mi gestión cultural cuando vi el fanzine le dije que teníamos que hacer algo juntos y me dijo que sí. Es un sueño cumplido entre los dos. Fuimos trabajando a ciegas, porque tampoco sabíamos de los requerimientos del Cangrejo (Cangrejo Pistolero Ediciones), no teníamos ni idea, no había unas directrices de cómo debían ser las ilustraciones. Yo tenía claro que debía ser blanco y negro o una sola tinta, que de otro modo no podría ser; pero cuando nosotros empezamos cuando todavía no había editorial empezamos a todo color. Ver la ilustración de portada a color a como ha quedado hay una gran diferencia, para mí ha deslucido mucho, era mucho más cañera, pero se ha quedado bastante digno y muy chulo. Quién sabe la diferencia es porque lo ha visto y lo sabe, no por otra cosa. El blanco y negro también le da mucho rollo, al final como estamos hablando de la luz y de la sobra todo el rato.

Las luces y las sombras de la experiencia, de la vida, de los golpes, las cicatrices, las heridas …

Yo me quejaba de Machado y los campos de Castilla y decía que era pesado. Y al final cada uno tiene sus propias fobias. Al final yo he terminado con la luz y la sombra y todavía me doy cuenta que voy trabajando esos textos. También la sombra entendida no sólo como lo malo, como una parte del abismo que te atrae, que quieres probar y en el que quieres estar. En el “Elogio de la sombra” de Junichiro Tanizaki se nos muestra la visión occidental de la sombra, que es una visión negativa y no sólo ese significado el que yo le doy a estas sombras. Las sombras son restos de lo que eres, restos de lo que queda de ti, una parte intrínseca de ti también no sólo esas sombras, sino lo que proyectas de ti. Y la luz en este caso hay varios poemas en los que aparece como la mala de la película, que ciega, y es el neón el que se erige como la salvación. Es una especie de recorrido por esas sombras. Al final a todo le llamamos sombras, David le llama sombras a las ilustraciones, yo le llamo sombras al libro.

¿Es autobiográfico el poemario?

Muchas cosas sí, muchas cosas no. Para mí es literatura. La noche es una especie de demiurgo. Es una manera de adentrarte en otro mundo. Muchas de las experiencias que conlleva la noche no las he vivido. Cuando entras en él creo que la metáfora de la discoteca no deja de ser una irrealidad para convertirse en un sentimiento que quieres transmitir que es el del final del mundo. Y hoy en día nos viene muy bien porque parece que todo se va a la mierda y que todo el mundo esté como muy desatado en muchos sentidos. Vamos buscando el hedonismo, la vía de escape, en este caso la noche lo es. También es una fuente de reflexión y de dolor.

¿Qué podrá ver la gente si va a una presentación de Sombras cuarteadas de Neón?

Cada uno lleva su estilo y entiendo que la gente viene a verte a ti, por eso lo básico se lo doy. A través de los juegos que yo llevo hago que participen. Así salgo de lo que es mi poesía y de mí. Además meto muchas cositas, muchos cacharritos, en mi línea. Y parece que gusta, porque la gente sale encantada. Lo que hago dentro de mi propuesta de “investigación” del ruido, que es lo que más me ha gustado siempre, y también debido a mi formación radiofónica, me gusta investigar a través del sonido. Me llevo desde un megáfono que decodifica la voz, hasta una máquina que tengo de efectos como si fueran de dibujos animados y a parte a través de las nuevas tecnologías se pueden hacer muchas cosas. A través de Manolo Maciá estábamos investigando como incorporar vocoder al recital y al final acabamos con una aplicación de iphone super sencilla que trata la voz y voy decodificando los diferentes estados de ánimo que tiene el poema y eso también le gusta a la gente, porque es una manera de oírte pero diferente. La poesía es acción también y a mí me gusta mucho la performance. Cuando voy en este mix no es performance al uso, porque es mucho más performance cuando voy con el DJ, pero tiene sus toquecitos y la gente se queda muy contenta. Luego también he incorporado polaroid para hacer foto al instante al público y les doy la foto con un verso escrito para que reciten. Y también echo fieltros con forma de capsulitas. Al final del recorrido escénico se les da la opción de que se queden con su fieltro o que vengan a hablar un rato con nosotros y tomarse una cerveza a cambio de ese fieltro. Es una forma de hacerles partícipes para que sepan lo que yo siento ahí arriba.

¿Tienes algún ritual artístico antes de salir?

En principio no. Sí que me gusta tomarme mi tiempo, el que sea, sola. Para bajarme las revoluciones, porque yo soy muy nerviosa. Entonces sí que tengo que hacer un ejercicio de “esto que tú dirías en este tiempo redúcelo a más de la mitad” y ese es el tono que necesita la gente para entenderte. Cuando estoy muy nerviosa creo que no transmito. Además de no relacionar nada que tenga que ver con el vicio con la poesía. Concentrarme y poco más. También pienso en un boli en mi mano, si no lo llevo por lo que sea, pensar en él, para mi ese es el talismán, pero no sólo para salir al bolo, sino para cualquier cosa.

¿Sigues las modas? ¿Las tendencias?

Pues sí, en cuanto a gafas soy bastante fetichista tengo varias de los últimos modelos (nos enseña un par de modelos que lleva en el bolso en una funda). Sí me gusta la moda en ese sentido, en cuanto a complementos. No soy muy de diseñadores, soy más visual, de ver que se está llevando. Tumblr es bastante de eso y yo sigo bastantes tumblr de moda. Me fijo en lo que se está llevando, ahora más que antes. Bueno antes más en un estilo más streetwear y ahora más formal o algo así; pero sí que es verdad que me fijo. Sigo la moda que a mí me gusta. Adapto esa moda a lo que yo quiero llevar. Sobre todo la música, a través de la música ves mucha estética en ese sentido o mucha tendencia en qué es lo que ese está llevando ahora.

Me fijo en que lleva tatuado en el brazo derecho el símbolo del libro (una nube con un rayo) y le pregunto ¿Es de verdad? ¿De los qué duelen?

Sí, sí, de los que duelen y de los que se quedan para toda la vida. Tenía ganas y tengo ganas de tatuarme todavía. Cuando empiezas no acabas de parar.

¿Cuántos tatuajes llevas?

Cinco (la nube con relámpago, dos lágrimas, dos llaves y un corazón). El primero fue el corazón tirando fuego que me lo hice con diecisiete años. Al final hasta le tomas cariño, lo llevo muy motero horrible, viejo, pero ya me gusta y todo. Tira fuego y pone carpe diem. Hoy en día me alegro, porque me sigue recordando lo que no soy. Nunca he sido de vivir la vida en el sentido de carpe diem, y porque para mí el latín ha sido una de las bases para llegar a la literatura. En cuanto a éste (señalando la nube con relámpago) tenía ganas de tatuarme desde hacía tiempo. Era una forma de celebrar con mi cuerpo que había conseguido un sueño y que de verdad esto se había podido llevar a cabo. Una manera de agradecer a David por su trabajo, por su apoyo, por nuestra colaboración y por nuestra amistad. Es como le dije a él: “a ver cuál de tus novias se tatúa un dibujo tuyo”. Creo en tú trabajo y te lo transmito de este modo. Lo concibo con la asunción del error. Sé que me voy a cansar de él (refiriéndose al tatuaje), porque está muy visible. Es una manera de recordarme que puedo conseguir sueños si de verdad me lo propongo y trabajo duro. Que no debo olvidarme de escribir.

Escribe y deja reposar para acercarse de forma más objetiva a lo escrito, unas siete libretas la esperan, ya que significa revivir episodios dolorosos como la muerte de su padre. Le gusta tratar los textos, pocos salen directos. El blog que mantiene es una forma de dejar ver textos nuevos antes del plazo que ella misma se marca. Se plantea retomar una novela en plan teenager que tiene en el cajón.

Agenda:

Mañana viernes 9 de marzo estará en Madrid: primero una lectura – recital a las 20.00h en La Marabunta LIBRERÍA-CAFÉ (Lavapiés), c/ Torrecilla del Real, 32. Y a las 22.00h una presentación en el bar literario LOS DIABLOS AZULES, c/ Apodaca, nº 6, ciclo Delirium Tremens, junto a la poeta Julieta Valero.

El miércoles 14 de marzo habrá una presentación a las 20.00h en La Biblioteca de Babel, café-librería c/ Arabí, 3, Palma de Mallorca.

Para verla en Alicante de nuevo tendréis que esperar a su participación en el ciclo “Alimentando lluvias 2.0” que organiza el Instituto Alicantino de Cultura Juan Gil-Albert.

 

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