UA101349465-1

europaaladeriva_gEuropa a la deriva, un sueño a punto de romperse

Por José Luis Sola Marín

Este verano he leído Europa a la Deriva de Gavin Hewitt. Tras haberlo leído y haber reflexionado sobre el libro se me viene a la cabeza una frase de Ortega y Gasset: España como problema, Europa como solución. Siempre había sido un defensor a ultranza de la Unión Europea, realzando los beneficios que había supuesto para España la entrada en la Unión Europea (primeramente Comunidad Económica Europea -CEE-), puesto que había supuesto una normalización de la vida democrática, el establecimiento de una clase media, la cohesión territorial y la puesta en marcha grandes infraestructuras que permitían “converger” con Europa, con su nivel económico y sobre todo social, creía en un proyecto basado en la subsidiriedad, un proyecto, que pese a su origen solamente económico, empezaba a tomar color político. Sin embargo, desde la llegada de la crisis ese color se ha truncado, crisis para algunos, estafa para otros, se ha olvidado lo más importante que son las personas, para doblegarse a la doctrina de los mercados y, ¿quiénes son los mercados?, ¿quiénes los hemos votado?, ¿cuántas veces hemos oído eso de que lo dictan los mercados?.

En nombre de la crisis, y de la estabilidad del euro se han hecho políticas restrictivas en detrimento de los ciudadanos, es lo que podemos denominar el austericidio, impuesto por Alemania (que al final de los años 90 estaba en recesión y ningún país dijo que tenía que hacer reformas y recortar para salir de la crisis), y que está matando literalmente a los ciudadanos -por no decir, súbditos-de los tradicionalmente llamados PIGS, los países del Sur de Europa: Portugal, Italy, Greece and Spain; a los que ahora hay que sumar al Tigre Celta (Irlanda) y a la isla de Chipre. En todos ellos se han impuestos medidas tendentes a solventar el problema de la deuda tanto pública como privada (mejor dicho, el problema de cuándo y cómo van a cobrar los euros prestados los bancos Alemanes a esos países) sin pensar en esas personas paradas, en los jubilados, en las personas enfermas que no pueden acceder a los tratamientos médicos o a los jóvenes que dejarán de estudiar la universidad. Se está generando una Europa a dos velocidades, la de los países del sur, rescatados e intervenidos donde las recetas de solución se convierten en realidad en un abrir y cerrar de ojos y donde los gobiernos son dirigidos por tecnócratas impuestos por el bien del país como el caso del Prof. Monti en Italia y los del Norte rico que los ven como un mal al que hay que quitarse de encima cuanto antes.

Tampoco hay una política común de cómo solventar los problemas reales del Euro, más bien se trata de acuerdos ad hoc para solventar un pico, pero no de una política real para afrontar los quebraderos de cabeza que está originando el Euro de forma conjunta, los 28 países. La política actual se podría resumir en que se trata de parches que se aplican pero que hacen la herida mucho más grave, grande y profunda.

A veces, me gustaría poder ser Británico al objeto de ver la jugada en la plaza de toros, pero sin participar, porque cada día soy más euroescéptico y no ayuda a ello la prensa que en vez de contar las formas objetivas sobre lo que ocurre, tiran por los cerros de Úbeda e intentan hacer culpar a los ciudadanos, que vivieron por encimas de sus posibilidades, a las herencias recibidas sin decir cuál es la verdadera situación del Estado de Bienestar en Europa, país por país, y ver que Alemania puede recortar y recortar porque tiene un Estado de Bienestar donde se subvenciona hasta la calefacción.

Europa a la Deriva es un libro que te cambiará las estructuras, las ideas y te dará una visión objetiva de lo que realmente está sucediendo en los países europeos. Un libro muy ilustrador de la realidad, y que es fiel a la filosofía de objetividad e independencia de los periodistas de la BBC, como lo es Gavin Hewitt, director para Europa de la BBC desde 2009.

 

Share This