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Querer saber el secreto del placer de las mujeres

Por Vanessa Díez

Que no importe aquello que sientas, ni que pienses, eres tan sólo un cuerpo al que albergar otra vida, sólo esposa primero y madre después. Como prueba antes serás una hija silenciosa y abnegada, requisitos para convertirte en una preciada joya, una mujer sumisa, que tan sólo cumpla con su deber, dar placer a tu esposo, aunque no lo ames, pues tu padre lo habrá escogido por ti. El placer propio ni siquiera se contempla, no se enseña, no existe, la mujer no debe tener placer con su cuerpo por sí misma como el hombre, podría llegar a no necesitarlo, ¿y si se negara a dar placer una vez descubierta su propia capacidad de darse placer?

Lisario, una niña con una voz para ser escuchada, una fuerza irreprimible en su garganta que no podía parar, una inquietud inquebrantable, ávida de saber, de ir más allá de lo que se supone le estaba destinado. La obligan a callar, a no preguntar, reprimir todos sus anhelos para que sea una pieza femenina más, decorativa, como resultado termina muda.

Se produce una catástrofe, un cirujano en su niñez la deja sin lengua. Su padre queda contento, se ha terminado el problema de reconducir a una hija rebelde, sin lengua nada puede decir, y como la supone analfabeta nada puede escribir, su pensamiento a él nada le importa y aquello que sienta menos. Ante la intención del padre de casarla con un hombre bastante mayor que ella finge caer en un profundo sueño cual belladurmiente. Nadie sabe que le sucede, muchos son los doctores que la revisan. Tan sólo un joven doctor catalán encuentra una forma poco hortodoxa de despertarla, dándole placer para estimularla con sus dedos.

Los padres de Lisario viendo que recuperan a su hija se la ofrecen como recompensa al médico y la casan con él. La estimulación pasa a ser un estudio, algo mecánico, ni besos, ni caricias, ni pasión en el lecho. Tan sólo la apreciación de él ante el acto y el querer ver como ella misma se da placer con sus manos. Todo lo anota y lo dibuja. Se obsesiona hasta tal punto que lo convierte en su tema de investigación, querer saber el secreto del placer de las mujeres. Nunca se preocupa realmente por amarla, por comunicarse con ella (él no sabe que ella lee y escribe), por querer saber que le da o no placer ante sus intentos de estimularla.

Antonella Cilento con Lisario nos presenta un personaje femenino fuerte que ante las adversidades no duda en coger las riendas de su propio destino, su padre traza lo que debería ser su futuro pero ella elige con que hombre quiere obtener el placer que no encuentra. En el siglo XVI los hombres no encontraban sentido a averiguar si una mujer obtenía placer o no, era un ser inferior al que dominar, ahora a veces los esquemas se repiten. La autora desarrolla una historia en tiempos convulsos, de cambio, cuando la medicina tenía todavía mucho que ver con el oficio de carnicero y más cuando nos relata las investigaciones del doctor. La higiene de la época es nula y ella de forma sutil lo refleja, como algo natural. Lisario o el placer infinito de las mujeres es la primera novela traducida al español de la autora italiana, muy a tener en cuenta. Novela histórica y erótica que ha sido finalista  del prestigioso Premio Strega.

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