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Una genealogía de la división de poderes

Por José Luis Sola

A pesar de que hace bastante tiempo que leí el libro, todavía sigo pensando en cómo una sociedad tan abierta, moderna y cosmopolita como la romana sucumbió a una religión tan restrictiva como la cristiana. Hablamos de un pueblo romano, muy heterogéneo y con gran experiencia comercial con todos los pueblos del Mediterráneo.

Legalmente y jurídicamente era mucho más civilizado que los pueblos bárbaros del norte. De hecho, los principales principios del derecho romano, la regulación de los contratos o la herencia están presentes en nuestro moderno derecho.

Sorprende que el cristianismo se convirtiera en la piedra angular del Imperio cuando en sus inicios era una religión reprimida y cuyos practicantes eran perseguidos, enviados al ostracismo civil y obligados a desarrollar sus ritos escondidos en las catacumbas.

¿Cómo fue posible la penetración de la religión cristiana tan rápidamente? La respuesta es sencilla: a través de la romanización. Conforme el Imperio se anexionaba nuevos territorios, se establecía rápidamente el régimen político y económico romano. Todo ello era favorecido por el conjunto de infraestructuras que hacían posible la rápida extensión de las ideas, destacan sobre todo por el complejo entramado de vías romanas que se extendía a lo largo y ancho del imperio. Si la televisión fue el instrumento que revolucionaría la política en el siglo XX, las calzadas romanas fueron el instrumento básico para el proceso de romanización y que facilitaba el comercio (y, por supuesto, el rápido movimiento de tropas).

La Iglesia Católica, o los primeros cristianos, supieron inmiscuirse en los centros de poder aprovechando una situación de crisis política y económica para imponer sus dogmas. Se apropiaron de las tradiciones paganas y establecieron un nuevostatus quo excluyente y beligerante contra el resto de religiones.

Una vez que la Iglesia Católica llego al poder impuso sus dogmas, pero con el paso de los años repitieron e hicieron aquello que criticaron en los demás. Un paseo por la Historia nos deja numerosos ejemplos, siendo los Borgia los mayores exponentes: orgías, incestos, abusos sexuales, tratos inhumanos. Por desgracia, estos hechos se siguen produciendo dos mil años después, de hecho, numerosos obispos siguen dando lecciones de moralidad en algunos temas cuando son precisamente los que más tienen que callar o los que más tienen que hablar para destapar casos de corrupción (de menores, también).

Teología política imperial y comunidad de salvación cristiana. Una genealogía de la división de poderes, es una obra del ubetense José Luis Villacañas que es catedrático de Historia de la Filosofía de la Universidad Complutense de Madrid.

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