Por Vanessa Díez.
Entre el amor y el miedo. Las leyendas urbanas son aquellos relatos que contamos en noches entre amigos para atemorizar y conseguir en los rostros que conocemos reacciones diversas. Todos hemos oído unas cuantas: la chica de la curva, el dueño de un hotel que asesina a sus huéspedes, el psicópata que mata a gente en los coches … Quien no ha contado alguna vez una de éstas historias, más cuando Halloween acaba de abandonarnos hace nada y suelen ser argumentos recurrentes cuando nos situamos entre el mundo de los vivos y el de los muertos. Aunque es muy distinto escuchar de fondo una historia en una noche premeditadamente siniestra o ver una de ficción tipo Sé lo que hicisteis el último verano para ponerse en situación que plantearse que algo de esto pueda saltar al mundo real. Todo puede ser posible ¿verdad?
Lucía bebe de la ficción de terror a sus dieciséis años de forma incansable para ella refleja un mundo paralelo a su triste existencia en el instituto. Ni las clases ni sus padres pueden sustituir la ausencia de un compañero que desapareció hace un par de años. Pero su vida cambia, dando un giro completo, de repente encuentra en otra persona lo que necesitaba y ya nada más importa. Así podemos llegar a comprender que sacrifique su miedo irracional ante lo desconocido y se arriesgue a vivir una aventura en carne propia. En un paraje perdido se encuentra un hotel abandonado en el que se dan misteriosos sucesos, allí ha sido citada.
El secreto de Lucía Morke sale al mercado justo antes del estreno de Amanecer, la primera parte del cuarto libro de la saga Crepúsculo, de Stephenie Meyer que llega a los cines a final de mes. El paralelismo entre ambas obras es comparable, ya que tenemos una protagonista adolescente que por amor arriesga su vida sin importarle que hechos sobrenaturales la cambien por completo. Damisela en apuros, tanto Bella como Lucía, que al avanzar la obra se van convirtiendo en protagonistas más activas de su destino, ya os apunto que seguramente Lucía en futuras entregas nos dará sorpresas, porque el final de Macpherson aunque cerrado como primera entrega deja la puerta abierta a que pueda existir alguna entrega más con algunos cabos sueltos. Es bueno que el público joven pueda encontrar en creadores de aquí las historias de ficción que les lleven a mundos paralelos sin tener que recurrir siempre a fuera de estas fronteras para cubrir esa necesidad en su imaginario para la ficción fantástica.
Inés Macpherson escribe e interpreta su obra y la de otros como cuentacuentos. Nos trae este otoño su primera novela juvenil en la que da vida a las clásicas leyendas urbanas para darles vida renovada con el objetivo de enganchar al público adolescente con su obra. Al ser un texto ágil y de fácil lectura con el tema del miedo de fondo creo que puede ser el tipo de novela en la que la gente de la edad de la protagonista se puede ver reflejada. Podéis leerlo en castellano y catalán.