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Por Vanessa Díez.

 

Una mujer que lleva toda una vida dedicada a la poesía como creadora e investigadora recibe un premio que le reconoce el esfuerzo a su labor. Doña Sofía entrega hoy en la Universidad de Salamanca a la poeta cubana el XX Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana. Su marido, Cintio Vitier, era quien recibía la gloria mientras ella permanecía discretamente a su lado. Tras su muerte empezaron a reconocerle con premios a su creación como también le sucedió a Sonia Delaunay. A sus 67 empezó a salir de la sombra para pasar a un primer plano al recibir el Premio Nacional de Literatura (1990) y a los 84 el premio Iberoamericano de Poesía Pablo Neruda (2007). Ahora a los 88 este último convocado por Patrimonio Nacional y la Universidad de Salamanca, uno de los más prestigiosos en su género.

Cuando puede que ya no esperara reconocimiento alguno empiezan a llegar los galardones. Al final de su vida, en el sosiego. A ella siempre le han sabido agridulces, pero al resto nos dan la oportunidad de que su obra salga a la luz y se revalorice. Ahora aparecen tres obras escritas, tanto poesía como ensayo, una de ellas con un CD de un recital suyo.

No sabes de qué lejos he llegado/ a morirme y a estar entre vosotros/ y hasta qué punto he sido desterrado/ de la mágica tela de los otros…No sabes de qué lejos he llegado/ a morirme y a estar entre vosotros/y hasta qué punto he sido desterrado/ de la mágica tela de los otros… recitó en 1998 en la Residencia de Estudiantes dentro del ciclo Poesía en la Residencia. Tan sólo tres o cuatro veces ha ofrecido su voz con su poesía en un recital, siempre le pareció que el diálogo silencioso con el libro se da mejor en la lectura. Aparece un libro-CD que la conserva para la posteridad, para que su voz no se pierda. Fina repasó versos de Las miradas perdidas (1951), Visitaciones(1970) y Habana del centro (1997). Por la Universidad de Salamanca ¿De qué, silencio, eres tú silencio?, una antología con poemas inéditos. Y La isla infinita, nueva colección editorial que dirige el nieto de la poeta, José Adrían Vitier, rescata sus ensayos que son prácticamente inéditos fuera de Cuba.

Los premios internacionales no alcanzan a todo artista y siempre es un privilegio. Nos alegramos por ella, aunque no pueda venir a recogerlo, será su hijo, José María Vitier, quien esté presente.

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