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Por Vanessa Díez.

Tras el festival de cine de San Sebastián nos llegan a la cartelera algunas de sus películas. No habrá paz para los malvados, de Enrique Urbizu, no ganó ningún premio en el festival, pero arranca con una recaudación de 759.135 euros y entra segunda en taquilla. Además los críticos le dieron un notable. Con estos antecedentes una espera un producto redondo y no una salida decente de la situación. El thriller en España todavía necesita macerar, no siempre uno consigue convencer al público, aunque su trayectoria sea buena.

En la industria cinematográfica es la financiación lo que más retrasa los rodajes, para ello se recurre a caras conocidas televisivas para recaudar en taquilla y asegurar cubrir costes y tener contentos a productores. Lo cual no siempre da un gran resultado interpretativo, lástima. El éxito del producto en cuanto a recaudación suele ser lo más importante. Así aunque Coronado defiende de forma muy digna su papel de héroe salido del camino correcto existen muchos secundarios que no le secundan. Todo debe ser un resultado homogéneo, por ello importa del mismo modo el montaje, la interpretación o el guión. Su arranque es bueno, con fuerza, pero algunos de sus elementos se la quitan a medida que coge forma la trama. Su final catártico la salva del desastre.