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Por Vanessa Díez.

Cuando eres niña estás indefensa ante el mundo que te rodea, ante la selva que acecha, llegando el día en que deberás enfrentarte sola a todos aquellos peligros que la vida ponga ante ti. En tus primeros años se marcará tu carácter no ante extraños sino bajo el árbol que protege tus miembros: el hogar. Allí encontrarás las herramientas para defenderte en el futuro, todo aquello que no se te haya mostrado te costará más desarrollarlo, ya que no se habrá instruido de manera natural. Así si los encargados de tu educación se preocupan por reforzar tus valores y tu autoestima tendrás muchas posibilidades de ser una persona fuerte que tenga mayores herramientas para luchar ante la adversidad, sino puede que representes patrones que llevan arrastrándose generación tras generación, que aunque no te des cuenta siguen existiendo. Hombres y mujeres aportan por igual partes esenciales a esta sociedad, la sumisión de la mujer en las relaciones no es sana, pues tan sólo produce una persona con miedo a seguir adelante, invisible ante los acontecimientos, dejando que otros decidan su vida. Lo peor es que una persona que haya vivido de tal forma tiene mayores posibilidades de educar a sus hijos de la misma forma que ella haya sido educada, con más motivo si son hembras, pues en muchas ocasiones todavía se hace distinciones entre los sexos en la educación que la familia debe ofrecer.

Los cuentos son una herramienta importante para que los niños aprendan que deben desarrollar una autoestima fuerte, que no deben dejar que nadie les haga sentir pequeños, que no deben sentir miedo, que puede lucharse contra los miedos, para que sean cada vez más pequeños hasta que desaparezcan y puedan seguir adelante con mayor fuerza si cabe. Ante estos momentos de adversidad debemos reforzarnos para seguir, los niños de hoy serán los adultos del mañana, si los que ahora somos adultos no les mostramos el camino les costará mucho más encontrar las respuestas.

La escritora Adela Turín ya tuvo claro todo esto hace cuarenta años, contribuyó con su granito de arena a través de los cuentos. Encontrar en dos cuentos de 1976 como Rosa Caramelo y Arturo y Clementina estas claves para la defensa de la mujer debería hacer que nos diésemos cuenta que siempre ha existido gente dispuesta a educar en los valores para avanzar, y que todavía hoy son un recurso totalmente válido. Rosa Caramelo, recuerdo este título de mi época escolar, es una elefanta diferente a las demás, aunque coma petunias no es rosa, por mucho que se esfuerce y de que los adultos le insistan, no consigue ser igual al resto de elefantas rosas y delicadas. Finalmente harta de las imposiciones rompe las barreras y consigue ser libre. Arturo y Clementina es un matrimonio de tortugas, él cada día va a trabajar y a la vuelta siempre se encuentra ante su mujer aburrida en el hogar, en vez de animarla para que desarrolle sus inquietudes creativas, mina su autoestima, quitando valor a todo aquello que ella desea emprender. Un día ella sale a dar un paseo, y se da cuenta que nada de lo material que ha acumulado gracias a su marido, puede compararse con un paseo de unos minutos. Ella también rompe con aquella vida y comienza una nueva.

Adela Turín fundó junto a Nela Bosnia, la ilustradora de algunas de sus obras, la editorial «Dalla parte delle bambine», en Milán. Más de una veintena de cuentos entre 1975 y 1980 a favor de las niñas que tuvieron gran influencia en maestras y mujeres que luchaban por la igualdad. Se estableció en París y fundó junto a Silvie Cromer la asociación «Du côté des filles» desde 1994, para investigar y denunciar el sexismo en los materiales educativos, así como la producción y difusión de instrumentos de sensibilización dirigidos a editoriales, ilustradores, usuarios e instituciones. Traducidos a otros idiomas y publicados en diferentes países, la mayoría de los cuentos de Adela Turin todavía en nuestros días son válidos para educar en la igualdad.

Este año ha sido la Editorial Kalandraka (Pontevedra) la encargada de editar de nuevo Rosa Caramelo y Arturo y Clementina. Además El Ministerio de Educación, Cultura y Deporte les ha concedido el Premio Nacional a la Mejor Labor Editorial Cultural 2012, siendo la primera vez que una editorial especializada en Literatura Infantil y Juvenil recibe este galardón.

 

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