Ay, Señor, ¡cuánto “sabio” hay suelto por el mundo! En los bares, en los bancos, en la calle… Lo importante no es el sitio, sino la gente. Y es que el buen “sabio”, ése repelente que entiende de todo y se aburre hasta a sí mismo, no necesita más que un público al que dirigirse. Sobra el resto. El contexto le es indiferente a esta especie de hombre -o de mujer- mientras tenga alguien con quien discutir o a quien ilustrar con su “sabiduría”.
Precisamente de ahí, de la “sabiduría” de unos pocos “iluminados”, es de donde obtenemos frases tan cotidianas como “segundas partes nunca fueron buenas”, por poner un ejemplo que, en especial, me pone más nervioso que un batido de Red Bull mezclado con café y que, por mucho empeño que le ponga, no logro compartir.
¿Acaso no puede una segunda idea llegar a explotarse con un mayor conocimiento de causa que la ocurrencia de la que ésta surgió? ¿No es posible conseguir una versión mejorada de lo que inicialmente se inventó? O, yendo un paso más allá: ¿no se puede, incluso, alargar el gozo de algo que nos gusta con esto de “la segunda vez”?
Pues sí, amigos, se puede, y un claro ejemplo de ello –sobre todo de esta dilatación de lo bueno a lo largo del tiempo- es el tercer álbum que el grupo gaditano Amnesia ha publicado recientemente bautizado como Paralelo Yang (2012) y presentado, al hilo de la empanada mental que me estoy montando, como continuación de su antecesor, de nombre Paralelo Ying (2011).
Habiendo contado con la producción de Josema Dalton (Sr Chinarro, Champagne, Hermanos Dalton…) en su primer Ep, anterior a los dos discos antes citados, no sorprende que estos chicos estén donde están, ya que su despegue fue tan inmediato como la empatía que transmiten sus temas.
De Paralelo Yang podríamos decir cosas como que sus guitarras, a excepción de La rabia de los besos (donde la percusión adquiere mayor protagonismo), marcan el ritmo de casi todas las canciones o, también, que la voz de Rafa tiene un estilo propio que, aun enmarcándose dentro de los matices que nos recuerdan a Maga o –un poco de lejos, Lori Meyers-, se siente como propia; sin embargo, nada sería más cruel por mi parte que quedarme en estos tecnicismos y no hacer mención de sus versos, algunos tan sentidos como “Que sí, que se desata / una guerra mundial / en mi pecho cuando callas / cuando sé que no sé / cómo vas a reaccionar”, extraído de Formas de mirar.
A esta fantástica plasmación sentimental le acompañan, a lo largo del tracklist, otras estrofas de similar contundencia, aunque algo más poéticas, como las que dan forma a Alfombras voladoras y elefantes suecos: “Derretiremos el reloj / nos volveremos locos / pasearemos por un cielo / de cristales rotos”.
Y más, hay más todavía, pero como no voy a ser yo quien os quite el placer de disfrutar de esta segunda entrega de los “Paralelos” de Amnesia, me planto aquí. Que cada cual explore.