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Por Vanessa Díez.

Ganadora de cinco premios Grammy y con tres discos en el mercado, el último de ellos póstumo, era una de las voces del soul que llegaba para renoval el género. Una niña blanca con voz de negra, su imagen y carácter la hicieron única. Su muerte, el pasado julio, volvió a provocar que sus canciones subieran en la lista de más vendidos llegando a los números uno. Además sus temas también fueron de los más descargados. El disco del veterano cantante Tony Bennet contiene un dueto con Amy Winehouse del clásico Body and soul. Con él, ha alcanzado por primera vez en su carrera el número 1 en las listas de ventas. Esperábamos que sucediera en algún momento, pues su vida era caótica y autodestructiva. Aunque Amy sigue y seguirá estando. Cualquier icono se levanta de la tumba para aportar glamour a las marcas, la moda la ha reclamado primero de mano de Gaultier en la Semana de la Moda de París. “Creo que Amy Winehouse fue un verdadero icono de la moda”, dijo el diseñador. Después llegaron anuncios como los que utilizan su famoso Rehab para que nos sintiéramos seguros. Su recuerdo ya no pertenece a su familia, ha traspasado fronteras, ya forma parte de la historia.

Mercedes Villena nos adentra en las distintas etapas de la vida de la cantante con “Amy Winehouse: un homenaje a la diva del soul del siglo XXI”. Su niñez escuchando a los grandes del jazz; su adolescencia con sus problemas en el instituto, ya que se aburría; su contrato con una gran discográfica con tan sólo diecinueve años; su gran capacidad creativa en el estudio que ella asociaba con sus experiencias dolorosas; sus éxitos con sólo dos trabajos en el mercado; pero también sus fracasos, sus contradicciones, sus sombras. Nos cuenta también en qué momento la descubrió, quedando paralizada en el centro comercial hasta que llegaron los créditos de su DVD, impresionada por aquella nueva voz que con su fuerza llenaba el espacio. Esta sin duda es una obra para fans, un libro que nos descubre a la artista y a la mujer que hubo tras Amy Winehouse que impuso en cada momento de su vida sus convicciones ante los demás no dejando que fuesen otros lo que viviesen por ella. “Mis padres se dieron cuenta perfectamente de que siempre iba a hacer lo que yo quisiera. En serio”. “Yo sólo escucho a mi niña interior”, decía. Una obra que nos cuenta la realidad, sin entrar en el morbo gratuito. Más de setenta fotografías nos muestran a la artista en distintos conciertos, pero también en momentos de su vida privada. Ella trazó su propio camino, nadie más es el responsable de su final.

 

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