Anécdotas de una mujer en obras de Leonor Antón
por Vanessa Díez
A lo Carrie Bradshaw nos llega Anécdotas de una mujer en obras, la ópera prima de Leonor Antón. Contándonos la vida de sus amigas como la suya a modo de diario, también comparte la gran pasión de la protagonista de Sexo en Nueva York: los zapatos. En cuanto buscas su libro en Google te aparece entre las primeras entradas un vídeo que la autora subió a Youtube en el que utiliza la escena de la película Piedras (2002) en la que Ángela Molina le muestra al podólogo su colección de zapatos, mientras él la compara con Cenicienta. El suicidio de una amiga abre la caja de pandora en la vida estable en la casa de muñecas de Anna. Como Cenicienta había salido de una miserable existencia para conseguir el final feliz del cuento con príncipe y boda incluida, tras diez años de convivencia con el mismo, ya se sabe que los cuentos se van adaptando a nosotras. Los harapos de Anna no habían sido tan sólo puestos sobre su piel, sino que se había tenido que ir modificando a sí misma para llegar a ser aquella que era realmente. Había cambiado su piel. Sobre tacones de infarto, usando maquillaje y sabiendo exactamente que look llevar a cada reunión. Había abandonado su otra vida tras ella para no recuperarla jamás, su secreto le traería más dolor tras volver a nacer y eso le demostraría quien estaba realmente a su lado, porque ella no tenía ningún defecto, el problema era de los demás. Anna, según se denomina en las primeras páginas, es una mujer del futuro. No se equivoquen, pues el futuro no está por venir, sino que ya está aquí.
Ninguna de nosotras nacemos siendo quien somos en realidad. La cultura, el entorno, la educación, la familia… todo ayuda para que en los primeros años seamos unas niñas buenas y hagamos aquello que se espera de nosotras. Después llegará una crisis vital en nuestra existencia que nos romperá en mil pedazos, pero nos volveremos a levantar para seguir adelante, con heridas, con restos de la sangre derramada, con lágrimas tras nosotras, pero cada vez más cerca de nuestro yo real. De la experiencia vital de Anna me quedo con Lo más importante es todo lo que hemos hecho desde el comienzo de nuestra vida hasta hoy, lo duro que ha sido, y nunca olvidarlo, porque eso nos convierte en quienes somos ahora. Además, amor, traición y un secreto.