Por Vanessa Díez.
Como decía el Sr. Holmes: Elemental querido Watson. Una de detectives en clave adolescente se desarrolla en su ciudad, Londres. Ingredientes adecuados para la aventura: un misterio, buenos amigos y algún adulto con recursos para resolver los problemas en el último momento. Zoé te cuenta cómo le va en el colegio, se aburre, cómo es su excéntrica familia y sus amigos. Haciendo partícipe al lector para que termine sintiendo que es parte de lo que sucede, uno más de la banda. Ella ha formado La banda de Zoé, donde sus incondicionales amigos se reúnen en el gallinero con ella para resolver los casos. Son: Álex (una especie de Mcguiver), Liseta (una pija a la moda), Marc (el empollón) e incluso su perra Kira (el sabueso de las operaciones). Va describiendo a los personajes según aparecen a modo de fichas de casos, además de utilizar para los miembros de la banda soportes como libretas o notas para darnos información sobre algo que cada uno de ellos domina, siendo divertido e instructivo sin obligar con calzador a que aparezcan significados de nuevos términos. Para resolver esto la autora le pidió a su hija que le subrayara las palabras que no entendía, a las más complicadas les puso un asterisco y las explicó. Matilde, la hermana cantante de Zoé, es el segundo personaje que refuerza el glamour y la moda, además de Liseta. La acompañarán, a su pesar, los paparazzis que serán los culpables de que se filtren imágenes de su vida privada, aunque dando una visión deformada de la realidad. Ella es una mujer joven que viste a la última y siempre tendrá un vestido para cada ocasión. Apoyará a Zoé, le será de gran ayuda.
En el primer libro de la colección viajaron a París. Ahora viajan a Londres para ayudar a una tía de Zoé. Recuerdo a Ana García-Siñeriz de su época de Lo+plus, últimamente se la veía en un anuncio de una crema; pero también ha ido desarrollando una faceta como escritora, además de cómo bloguera. Su primera novela fue Esas mujeres rubias de la que dijo en una entrevista que era «difícil de clasificar, que mezcla muchos géneros. Es un reflejo de mí misma, tengo demasiados intereses y me resulta difícil limitarme». Después llegarían Bebé a bordo y Los dos mundos de Zoé, dando comienzo a la saga juvenil detectivesca. Además de haber colaborado en prensa, radio y televisión. Sigue las tendencias y lo cuenta en La vie en rose.
Jordi Labanda es el refuerzo de esta historia en clave femenina. Emprende un reto con la literatura infantil. Su trabajo es realmente refrescante en las páginas de colores estridentes del libro, sin limitarse al simple diseño, aprovechando cualquier espacio, haciendo diversas combinaciones para apoyar la trama. Le conocí a través de sus ilustraciones en el Magazine, ahora traspasa el límite impuesto por el cuadro de entonces. Después el diseño de papelería fue quién nos dijo que seguía ahí, ahora a través de esta faceta llegará al joven público.