Por Vanessa Díez.
Existen varios ejemplos a lo largo de la historia de mujeres bellas e inteligentes, luchadoras y de carácter fuerte que acabaron rotas por dentro, incomprendidas y solas. Frances Framer es una de ellas. Luchadora, rebelde, libre, comprometida y sensible con los más desfavorecidos por la fortuna. Murió a los cincuenta y seis años de edad de un cáncer que la fue consumiendo en sus últimos años. Murió como vivió, sola. Nadie llegó a comprenderla ni su propia madre ni el mundo al que se enfrentó. Llegó a ser internada en varios psiquiátricos en los que vivió un infierno, ya que llegaría a ser violada por los funcionarios, mordida por ratas y envenenada con comida podrida. La encadenaron en celdas de seguridad, fue maniatada con camisas de fuerza y medio ahogada en agua helada. Consiguieron así por fin, tras una dura lucha,domar y anular, un espíritu y una inteligencia que les molestaba y por comparación, los humillaba. Fue víctima de una lobotomía (técnica por la que se separaba en dos el cerebro, seccionando y separando el lóbulo pre-frontal, del resto de la masa cerebral).
Nació en Seattlle. Ganó un premio nacional de redacción en la adolescencia, al mejor trabajo que negara la existencia de Dios. Esto ya auguraba su destino a contracorriente en el que defendería su libertad de criterio.
Su carrera en Hollywood fue durante la gran depresión americana, que dejó en el paro y en la miseria a casi cuarenta millones de americanos, algo a lo que pocos volvieron la cabeza. Sus ideas progresistas y radicales, la convirtieron en víctima de un ataque entre la Paramount, la prensa, la sociedad puritana y su propia madre al rebelarse contra el sistema. Fue acosada, vilipendiada, enclaustrada y encarcelada, a lo que ella reaccionó defendiéndose con una fuerza y una rabia que la fue autodestruyendo física, mental y psicológicamente.
Actriz de teatro con gran éxito (amaba a los autores rusos, sobre todo a Chejov) y varias películas como Rivales; El ídolo de Nueva York o El hijo de la furia. Fue coprotagonista en películas junto a actores como Cary Grant, Errol Flyn o Tyrone Power. Acusada de alcohólica, comunista,drogadicta y revolucionaria, finalmente y ya con su energía y carácter destrozado.
«Frances» es un biopic sobre su vida interpretado por Jessica Lange y Sam Shepard como Harry York, el periodista que siempre la acompañó, pero con el nunca quiso casarse. Frances sólo hizo una película más. Después se mudó a a Indianápolis donde presentó dos shows de televisión. Nunca volvería a ser la misma.