Por Vanessa Díez.
A veces una se pregunta si tras pasar la barrera de los 30 no será demasiado tarde para algunas cosas, para los proyectos creativos de los que pueden cambiar la vida. Entonces te das de bruces con Anna Mary Robertson Moses (Grandma Moses), una artista naif estadounidense que a los 70 comenzó a pintar paisajes y granjas. Sin pensarlo ella si cambió su vida, gracias a una serie de casualidades o quizá fuera parte de lo que el destino le ofrecía como recompensa tras todo su sufrimiento y dura lucha. Hija y mujer de peón de granja. Vida dura y diez hijos, cinco murieron demasiado pronto, como era costumbre y normal en la época. Consiguió su propia granja y vendía sus bordados. A los 70 la artritis le hizo cambiar de actividad, así comenzó en la pintura.
“La chica de pelo blanco que pasó, a la maravillosa edad de 80 años, de su siembra de fresas a pintar la campiña norteamericana”. Así la presentaba la tienda Gimbel’s en 1940. Las técnicas sobre proporción y detalles aprendidas en los bordados las aplicó a la pintura. Comenzó a vender los cuadros en supermercados por pocos dólares; pero llegarían a cotizarse sobre los 60.000 $.El coleccionista Louis Caldor los descubrió en 1938, consiguiendo incluir algunos en una exposición de artistas autodidactas en el Museo de Arte Moderno (MOMA), y logró que Otto Kallir fuera el representante de la pintora. Un año después Otto Kallir expuso parte de los cuadros en la Galería Saint-Etienne. Fue el comienzo de una fulgurante carrera. Empezó a ser conocida en Europa y Japón, donde su detallismo y definición de trazo son comprendidos al formar parte de su técnica artística. La abuela Moses pintó sobre todo las escenas de vida rural, los paisajes de su vida cotidiana. La demanda de sus obras no se redujo durante su vida, ya que a parte de los coleccionistas sus pinturas fueron utilizadas en campañas publicitarias para las tarjetas Hallmark o para el brillo de labios Primitive Red by Du Barry cosméticos.
En 1952 publicó su autobiografía Grandma Moses: My Life’s History (Abuela Moses: La hitoria de mi vida). Su obra “Fourth of July” (Cuatro de Julio) pintada en honor al Presidente Eisenhower, todavía cuelga en la Casa Blanca. En su 100 cumpleaños (7 de septiembre de 1960) el gobernador de Nueva York, Nelson Rockefeller, proclamó el Grandma Moses Day en su honor. Moriría un año después con 101 años. El Museo Bennington en Estados Unidos conserva la mayor parte de su obra e incluso la mesa reclinable que usaba como caballete.
Cuando hablaron de ella en Vidas contadas.