Por Sandro Maciá.
Internet puede ser, según mi forma de ver el mundo –que ya sabéis que es de todo menos normal-, un agujero negro que se va comiendo nuestro tiempo y nuestras neuronas o, en cambio, una fuente inagotable de información y nuevos descubrimientos. A elegir. Que cada uno se pare, piense y llegue a la conclusión que más le convenga: ¿nos vamos a quedar tontos o llegaremos a ser más listos que nunca?
Yo, la verdad, ni creo que la red vaya a ayudarnos a ser unos “superhombres” de inteligencia extrema ni que, por el contrario, nos vaya a dejar el cerebro más seco que el esparto. No, ni una cosa ni otra. Esto “del internet” –como se decía cuando ni se sabía qué era exactamente- es como las (cada vez más comunes) autoediciones musicales: una opción más, un recurso de tanta calidad y fiabilidad como los de antaño.
De hecho, gracias a que, igual que la gente empieza a habituarse a pasar de la televisión para engancharse al combo pantalla-teclado, en la música –por culpa, en parte, de la crisis- se empiece a apostar por la autofinanciación y autoedición de los propios discos, han podido ver la luz joyas tan espectaculares como el EP de Lemür, un trabajo de tres canciones hecho con dedicación y esmero -a juzgar por el resultado- que lleva ya unos meses de vida y merece toda mi atención por varias razones.
En primer lugar, por su formación. Todos sus componentes tienen experiencia suficiente como músicos para grabar, no uno, sino veinte Ep’s. En las filas de Lemür encontramos a Will Bee, Pablo Huertas, Antonio Román y Manuel Román, todos ellos procedentes, por nombrar algunas, de bandas como Audrey, Alis o Telémako.
Además de esto, al talento que ya reúne el grupo (y que puede notarse en la enigmática y envolvente Sin drama) se une la colaboración de Noni Meyer, de los Lori Meyer, que pone voz y añade el sintetizador a la guitarrera Pirotecnia. Vamos, un lujo para los oídos y la mente (la letra no se queda atrás).
¿Y qué decir de Contraseñas (la canción que queda)? Pues que es el tercer motivo que hace que este Ep se convierta en uno de mis favoritos. Su letra, su melodía, su fondo de guitarra y bajo acompañado de ritmos electrónicos, todo en esta canción está puesto por algo y para algo. Todo.
Frases como “¿quién nos va a devolver al punto de partida? / ¿quién nos va a resetear la inocencia perdida?” o como “cegados por la pirotecnia / no nos dio tiempo a pensar en algo más terrenal” son el broche, la guinda, que debería animaros a conocer, si no lo habéis hecho ya, a este cuarteto jienense que, por si fuera poco, ofrece la posibilidad de descargar gratuitamente su trabajo.