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Por Vanessa Díez.

Hace 20 años los diseñadores de Dolce & Gabbana conocieron a una cover girl italiana, desde entonces sigue en contacto con la moda. Incluso se la presentaron a Giuseppe Tornatore, director de Malèna. Es la imagen para su colección de barras de labios Monica Lipstick Collection. En la entrevista para Vogue habla de su belleza, de la aceptación del paso del tiempo y de los cambios que eso le ha supuesto. “Me siento mejor que a los veinte, aunque físicamente sea menos bella. Entonces era muy mona, pero quería cambiarme todo. Y es que a esa edad tenemos tantas inseguridades”. Además de momento no se tocará nada, bueno saberlo. “Cada uno hace con su rostro lo que quiere. En mi caso, quiero que mi rostro permanezca real para que sea creíble. De momento asumo mis arrugas; dentro de diez años no lo sé”. Aunque siempre cumplirá los rituales femeninos. “Maquillarse los labios es un gesto que está en el adn de las mujeres. Todas hemos visto a nuestras madres y abuelas cumplir este ritual delante del espejo, y desde niñas lo hemos querido imitar”. Estoy de acuerdo con ella en que es muy loable que la mujer elegida no sea una jovencita, sino una mujer con cuerpo y labios carnosos, una belleza de las de antes. “Han pensado en una mujer adulta, en plena madurez. Me parece que es una muestra de respeto para las mujeres”.

En un ranking de la revista masculina GQ fue considerada una de las 20 actrices más sexys de todos los tiempos. Además en junio del pasado año hizo un desnudo para la revista Elle Francia. A sus 46 años, la actriz muestra un envidiable cuerpo que cualquier mujer desearía tener. Sin pudor por mostrar ha posado en sus dos embarazos (2004 y 2010) para la edición italiana de la revista Vanity Fair, en la primera ocasión fue como protesta en contra de las leyes italianas que prohíben la donación de esperma. En la escena de cama con Robert de Niro en Manuale d’amore 3 se veía parte de su cuerpo y no desmerecía nada de su belleza pasada. “Quiero vivir mi edad, y no engañarme a mí misma pretendiendo ser una veinteañera”. “La belleza es un sentimiento de paz y una forma de aceptación de una misma”. “Se requiere toda una vida para irse aceptando”.

Madre a los 39 y a los 44. Maternidad algo tardía, pero llegó cuando fue deseado. “He visto a muchas mujeres pagar un alto precio por no estar presentes en la vida de sus hijos. Para mis niñas no quiero ser una actriz, solo una madre». “Nada me hace más feliz que estar con ellas. Ahora mis hijas son más importantes que yo y esto me ha permitido tener una actitud mucho más sana”. Cambiará el tipo de papeles que le ofrecen. «Habrá más madres, más tías, menos mujeres por las que los hombres pierden la cabeza. Creo que eso me dará nuevas oportunidades. La belleza es una máscara, y a veces no deja ver lo que hay detrás». Abandonar su estatus de femme fatal. Sólo será una mujer, no un objeto de deseo.

Acaba de rodar con el iraní Bahman Ghobadi y en abril empieza con Danièle Thompson Des gens qui s’embrassent. Tiene un proyecto con su marido, Vincent Cassel, en Brasil para el próximo año. Su secreto reservar unos minutos para ella cada día para cuidarse. Asegura que su cuerpo no es producto de dietas estrictas ni de visitas al quirófano, sino de una vida sana y sin excesos.

 

 

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