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Por Sandro Maciá

Ooooh yeah! Deja todo lo que estés haciendo. Coge tu agenda, empieza a tachar como un loco y olvida lo que habías planeado para hoy. Llama a tus padres, hermanos, pareja y demás familia y avisa de que hoy no comerás en casa. Rompe el móvil, aíslate y no dejes que nadie te moleste. Hoy, si por mi fuera, sería un día sólo para ti.

Sí, sí, para ti. Ni para tu jefe, ni para la compañera de la mesa de al lado, ni para tus amigos o familiares. Para tí, y sólo para ti. Y no es que yo me haya vuelto más generoso de la cuenta y vaya a pagaros a todos unas vacaciones extras que os permitan mandar a tomar por saco todo lo que nos rodea , no, lo que pasa es que estoy eufórico y, aunque sé que todo lo propuesto anteriormente puede resultar exagerado y poco viable, me gustaría que hoy la gente se parara a disfrutar de la vida, que se dejara de tanto agobio y que se tomase la jornada de hoy con alegría y optimismo, con felicidad y desparpajo, con Sushi y con Wasabi -sí, leéis bien: SU-SHI-Y-WA-SA-BI-.

Y es que así se llaman los culpables de mi euforia repentina: Sushi y Wasabi, un dúo sevillano (Mai Vega y Dani Kussa) que ha establecido su campamento base en Barcelona para lanzar desde allí auténticos himnos pop que -me atrevo a decir- nos irán cautivando poco a poco, muy sutilmente, mediante sus ritmos enérgicos (entiéndase esto al estilo de The Beatles, por ejemplo), sus toques rockeros (de esencia “Rollingstonera” y sementera) y sus aderezos grunge propios de esos grupos noventeros que nos hicieron bailar cuando aún éramos unos chavales.

Tanto Mai como Dani parecen tener claro qué quieren hacer, hacia dónde van y a qué velocidad quieren moverse, pues el hecho de haber estrenado ya en formato digital su exitoso No es así, primer single de un disco del que sólo se sabe que está en fase de gestación y que llevará por nombre el del propio dúo, nos permite percibir que estos jóvenes tienen ganas -y medios, ya que han fichado por Flor y Nata Records- de comerse el mundo, de triunfar y de seguir sumando puntos a un currículum que en el caso de Dani se sustenta de una amplia experiencia musical (en Sevilla ha estado al frente de formaciones como Small Foot, Llul, Marvin Green, My Yellowstone y en Barcelona en Nada Que Ver y Nueva Natasha), y que al hablar de Mai nos obliga a echar la vista hacia su “adicción” al mundo de las artes plásticas.

Precisamente por esto, por esta inquietud artística, no sorprende que su avance digital (descargable desde su Bandcamp) tenga esos aires frescos que incitan a bailar, a olvidar la rutina y a vivir un verano infinito de la mano de un trabajo que, aún siendo algo naif, cuenta con la producción de un gran equipo (Guillermo Mokotoff, Hernan Diaz); así como tampoco nos pilla desprevenidos que hayan querido jugar con el contraste al presentar, junto a la viva No es así, la folclórica Estaño y Cobre, una composición más intimista que, a mi gusto y puestos a buscar la excelencia, no es tan original como la primera.

Aún así, como el gran pastel está aún por abrir, esperaremos a que llegue el disco completo para ver si hemos acertado y estos chicos nos dan una alegría explotando su vena más popera o si, por el contrario, prefieren no arriesgar y optar por el suave folclore guitarrero.

 

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