Txus García / Poeta.
por Vanessa Díez
Semidesnuda entre las sábanas, a media luz con la persiana echada, para evitar miradas furtivas de vecinos indiscretos. Así recorrí “Poesía para niñas bien”. La fuerza de su poesía, su sinceridad, su apariencia transparente. Sentí sobre mi piel hasta su ternura y no lo abandoné hasta el final.
Su poeta nos visitó en Alicante, presentaba su poemario y además representaba en Clan Cabaret su espectáculo Polipaleta. Me encuentro ante una mujer grande que acelera el paso, acompañada de una mujer rubia más pequeña. Al llegar junto a Laura Gutiérrez, compañera de vida y de performances, juntas forman la Cia. Human Trash, es Txus quien toma la iniciativa, Laura se reserva para más tarde. La entrevisto, pero sin captar imágenes, todavía está sin maquillar. Ambas se preparan después, pues el espectáculo debe dar comienzo en la FNAC de Alicante. Como Txus nos confiesa cada lugar tiene adaptado su representación, haciéndolo especial. En la FNAC sorprendieron a media tarde a un hombre mayor que miraba expectante junto a su nieta, el resto sabíamos a dónde íbamos. Y en Clan Cabaret consiguió su objetivo, hacer reír a gente que no sabe de poesía, que tan sólo siente. Afortunado quién pudo disfrutarlas ayer en la Sala Carme Teatre en el Festival Vociferio.
La imagen de esta entrevista es del backstage en Clan Cabaret.
¿Cómo te defines?
¿Cómo persona o cómo poeta?
Cómo quieras.
Cómo me quiera definir. No me gusta definirme mucho. No soy una persona que las definiciones sean su fuerte, sino que prefiero el conocimiento personal y un poco el tête a tête. Por tanto prefiero que los otros definan aquello que ven
Lo decía porque he leído tantas cosas …
Sí, como provengo de las artes escénicas soy una persona muy cambiante pero la esencia siempre se mantiene intacta. Que aunque conozcan lo más cambiante que al final conozcan la esencia y la esencia de Txus García es la ternura.
¿Cuándo fue la primera vez que subiste a un escenario?
Tenía doce años. Fue la primera vez que me picó el veneno del teatro que dicen y desde entonces no he parado. Y me hace feliz de hecho.
¿Y cuál fue el motivo en ese momento para que dijeras “tengo que hacer esto”?
Yo empecé a leer de manera espontánea, es una cosa rarísima, a los tres años y desde los tres años leía en voz alta a los compañeros de clase. Y cuando los otros compañeros estaban aprendiendo a leer, yo ya leía y les leía en voz alta. Y siempre me escogían para leer. Entonces descubrí que tenía mucho talento para hacer lecturas en voz alta desde muy pequeña.
¿Te gustaba?
Mucho. Disfrutaba muchísimo. Y veía que la gente cuando yo hablaba, cuando leía textos, estaba muy atenta y eso me enganchaba muchísimo. Era como una forma de sentirme bien y además de disfrutar de algo que me gustaba mucho que era la lectura. Siempre me ha gustado mucho leer. Y creo que desde entonces ya empecé con el tema teatral de alguna manera. Después subí a los escenarios, pero empecé como rapsoda realmente.
¿Cuáles fueron tus primeras lecturas?
Mis primeras lecturas fueron muy extrañas. Provengo de una familia de pescadores humilde y en casa no había gran cantidad de libros, los que teníamos eran las típicas enciclopedias, las típicas colecciones que se tenían en los años setenta y ochenta, porque tengo hermanas mayores, y allí había de todo, estaba todo mezclado. Desde los clásicos como Julio Verne, pasando por la Odisea, … Me lo leía todo absolutamente, como no tenía la posibilidad de comprar libros, hasta que no acabé toda la librería de casa no paré. Estaba todo muy mezclado y era muy diferente. Eso también me ha marcado después. De hecho ahora soy una lectora voraz de cualquier cosa. Y el cómic también evidentemente, soy una gran consumidora de cómic.
¿Qué referentes tienes?
Ya que hablamos de poesía. Mis referentes son Vicent Andrés Estellés, sobre todo Joan Brossa, con todo lo que tenía que ver también con el teatro y el post teatro que él hacía y la poesía también, pero sobre todo el post teatro. Oliverio Girondo, Vicente Huidobro, Nicanor Parra, muchos de los poetas sudamericanos con un estilo más social y directo, una manera distinta de entender la poesía. También el dadaísmo y el futurismo, todos estos movimientos fue con lo que empecé a recitar en voz alta. Estos movimientos del comienzo del siglo pasado en los que se permitía todo más, el tema de la polipoesía, la expresión oral, verbal y corporal. La forma de utilizar el cuerpo como filtro de la poesía para entregarla de una forma más cómoda a la gente.
¿Qué buscas con tu poesía?
Busco que todo el mundo lea poesía, romper las barreras de divismo, romper aquella cosa de que la poesía es muy pesada, de que la poesía es para elegidos. No, la poesía es para todo el mundo. Me gusta recuperar la figura de trovador, yo reivindico que antes de poeta soy trovador. Me gusta llegar a una plaza pública, llegar a un espacio donde hay gente que me escucha, y transmitir la poesía de una forma totalmente directa, sin embudos ni dificultades, para que se me entienda y la gente lo disfrute. Y para que entre de alguna manera con guante de seda para que no cueste, que la gente se siente, me escuche y que poco a poco les entre la poesía, hasta el punto de que muchas veces la gente me dice “¿pero eso que has leído es poesía?” cuando leo autores consagrados, no me estoy refiriendo a mi poesía. En el espectáculo que veréis mañana (refiriéndose a “Polipaleta”) la mayoría son de autores consagrados, la gente no lo sabe, se piensa que son textos muy contemporáneos, puede que míos, y no, son de poetas. Y esta sensación de que la señora del cuarto o un joven o cualquier persona sin ningún tipo de formación, sin ninguna vinculación con la poesía, me entienda, entienda la poesía, lo encuentro maravilloso. Digamos que es mi objetivo.
¿Has sacado muchos demonios de dentro con el poemario?
No. Ahora no recuerdo quien era pero decía “si matas a tus demonios también matas a tus ángeles”, por tanto no, los dejo convivir conmigo, están muy cómodos. Creo que me remueven, me mueven y me hacen motivarme. Y lo que sí he hecho con mí poesía ha sido trabajar mi bis más de poeta, trabajar mucho el tema del verso, intentar salir hacia afuera de cierta forma, porque yo era una poeta en el armario y el libro me ha permitido salir fuera y qué me conozcan y dar a conocer todo aquello que yo soy. Todo lo que hay en el poemario es una experiencia mía o no o filtrada, no tiene por qué ser real, pero sí que puede llegar a muchas personas.
¿Tu poesía es provocadora o transparente?
Mi poesía es transparente y a veces provoca; pero eso no quiere decir que sea provocadora. No es lo mismo ser provocador que provocar. A mí me gusta decir que soy una persona épatant, como se dice en francés, una persona que provoca alguna sensación que hace que el pathos interno de la persona se mueva de alguna forma. Normalmente intento hacerlo desde la risa, para mí es muy importante el sentido del humor evidentemente, y también desde este concepto de la ternura que decía al principio. Necesito provocar ternura, soy muy clown. El clown busca siempre mostrarse desnudo, sin armas, es vulnerable, se equivoca, es frágil. Un poco quiero ir por aquí. Y de hecho soy así realmente. Soy una persona vulnerable, frágil y muy tierna. Y mi poesía quiere eso, no quiere nada más. No quiere provocar, transgredir. Si lo hace, eso ya es cosa de cada lector o lectora.
¿Cómo se te ocurrió hacer un poema sobre el dildo?
Porque es una cosa muy cotidiana. Tampoco tiene más. Es como hacer un poema sobre el campo o hacer un poema de cualquier cosa. Un elemento de la cotidianeidad de mucha gente. No de todo el mundo, pero sí de mucha gente, tanto heterosexual como homosexual. Es un instrumento que está ahí y por qué no. Lo que hice fue utilizarlo como imagen de mí misma, es decir, yo como persona que ha dado placer y que después se guarda en un cajón y se olvida.
¿El último libro leído?
Llevo varios al mismo tiempo. De Angélica Lidell el último. También estoy a medias con Middlesex que es del mismo autor que las Vírgenes suicidas (Jeffrey Eugenides), es muy bueno. Mezclo estilos. Y cómics, sigo consumiendo cómics, novela gráfica que me gusta muchísimo. Es un género a reivindicar que tiene mucho de poético también y es muy visual.
En la revista también tenemos sección de ilustración. Pon algún ejemplo.
Susana Martín que es una autora de Barcelona que sacará una novela gráfica sobre la India y que ha hecho muchos otros cómics. Es una de las personas más punteras en este momento dentro del cómic catalán. Es un referente que está creciendo. Hay muchísimos cómics. Desde el Ralf König que es un icono alemán del cómic gay, os lo recomiendo muchísimo, hasta novelas gráficas más de aquí, pasando por el Maus famoso, que fue tan nombrado. Miguel Brieva, alguno de los dibujantes del jueves que publica su propia novela gráfica que son muy buenos. Hay de todo, la verdad es que el mundo del cómic se tendría que reivindicar más.
¿Tienes poemas inéditos en el cajón?
Sí, claro. Creo que no hay ningún poeta que no tenga poemas inéditos, porque se tiene que hacer una operación de limpieza siempre. Creo que sí como poeta lo publicas todo, mal vamos. Se ha de escoger, se ha tirar, se ha de quemar. Tengo un poema que habla de eso, un poema “mal parido que se ha de matar y de eliminar”. No hace falta escribirlo todo y darlo a conocer todo. Tienes que pasar por el filtro todo aquello que haces.
¿Cómo llegó la publicación con el Cangrejo Pistolero?
De una forma muy fácil y muy casual. Me propuse ir a recitar allí (a Sevilla) porque ellos hacían algo que se llama “Las noches del Cangrejo” desde hace mucho tiempo, creo que como hace cinco años. Y hacían cada semana propuestas de perfopoesía, de poesía escénica, de diferentes autores de toda España. Hice mi propuesta. Ellos no me conocían. Yo a ellos tampoco los conocía, sólo por internet, porque soy una gran amante de las redes. Me dijeron que sí. Fui a Sevilla, me escucharon recitar y les gusté tanto que me preguntaron si era inédita. Y aquí empezó todo.
¿Qué te parece todo este movimiento como el de Sevilla con la polipoesía que también hay por Barcelona y por Cataluña?
Me parece muy positivo, porque todo lo que sea visibilizar el hecho poético desde una forma más agradable. Me parece bien que se haga de todo para todo el mundo y todo el mundo tiene que hacer lo que le parezca a nivel poético. Se tiene que enseñar todo. No creo que nadie sea mejor que nadie. Hay sitio para todos en el mundo poético. No me gusta excluir a nadie, porque pienso que todos tienen alguna cosa que decir, nos guste más o menos.
La Cia. Human Trash estuvo en Alicante gracias a l´Aparadora.