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Con «Todo» comienzan una nueva etapa de su carrera.

Por Sandro Maciá.

Sol. Lluvia. Aire. Calor. Frío… O lo del cambio climático empieza a ser cierto o mi ciudad comienza a experimentar más alteraciones meteorológicas que las que no fueron capaces de explicar los guionistas de Lost. Y así nos va, entre toses y estornudos, pues ¿cómo no ir con el pañuelo en la mano todo el día si, cuando decides abrigarte, sudas, o si cuando te pones poca ropa, te congelas como un polo de naranja?

Pero lo peor de estas épocas de “entretiempo” -si bien no podemos olvidar los virus- son las mezclas de atuendos que uno puede encontrarse por la calle y que, como buenos animales racionales que somos, no son más que el resultado de la cabezonería propia del ser humano por hacer gala de un ímpetu dicotómico que, a poco que escarbemos, lo vemos reflejado en todas las facetas de nuestra vida… hasta en la musical.

Precisamente ahí, en el plano sonoro, es donde encontramos a un dúo, el que componen Ana Béjar (ex-Orlando) y Ramón Moreira (ex-Ginferno), cuyo nombre refleja la dicotomía en sí misma: Todo, cuatro letras que sirven de resumen a la trayectoria de dos músicos que, entre otros logros, pasa por haber compartido escenario con artistas como Giant Sand, Yo la Tengo, Lush, American Music Club, Jonathan Richman o Atom Rhumba, así como por haber participado en festivales como el FIB, Primavera Sound, Monkey Week, Nocturama, entre otros.

De aparente dulzura (como muestra su single I am back for good, de marzo de 2013) y aires comedidos, esta formación da forma a su estilo con una libertad creativa que tiene como resultado el poder pasar del pop a las mismísimas tarantelas napolitanas, sin que en este camino se deje de lado la recreación de sonidos atmosféricos, de lentos coros o, incluso, de algún tipo de saeta.

Con semejante eclecticismo, no es de extrañar que tanto Ana como Ramón sigan dando rienda suelta a su inspiración, en la actualidad, en los proyectos paralelos de Godafoss y Cal, colaboraciones que van ligadas a la inquieta naturaleza de Todo y a su afán por mantener su relación en cualquier ámbito artístico, como ya hicieron en su día con el realizador Carlos Serrano, la multidisciplinar Lilli Hartmann, Santi Campos y Los Amigos Imaginarios, Javier Almendral de “Demonios tus Ojos”, Rick Treffers de Mist, Big Black Mariah de Julien Elsie o Pablo Cobollo de Soul Bisontes.

Él, junto con Los Planetas y de la mano de su grupo Usura, donde también estuvo Ana, fue el primer fichaje de Elefant Records. Ella, al frente de Orlando, contó con el apoyo del productor Farewell Tony Doogan (Mogwai, Delgados, Belle and Sebastian) para la edición de su Farewell. Sabiendo esto y aun dejándonos con ganas de más y sin más avance que el single antes nombrado, lo que no podemos dudar es que de la conjunción de estos dos componentes no podría salir nada malo, sino al contrario. A la vista está.

 

 

 

 

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