Las fantasías que las mujeres no se atreven a contar a sus parejas
Por Gemma Juan Giner.
Cuando tuve entre mis manos el libro “Buscando el punto Grey” era primeriza en cuanto a Idoia Bilbao. Nunca antes había leído nada de ella, quizá porque los temas a tratar no me llamaban la atención. Por el contrario, sí la había seguido en televisión y a raíz de leer este libro, me aficioné a leer su blog personal.
“Buscando el punto Grey” es un libro de carácter periodístico que cuenta millones de fantasías de mujeres, las cuales no se atreven a contar a sus parejas, tal vez porque siguen existiendo ciertos tabús, por vergüenza, pudor, educación o porque, directamente, son imposibles de cumplir.
Después de leer tantos libros eróticos hay una información que nunca falta. No sólo emocionalmente, también cómo somos sexualmente depende de nuestra educación. Tanto la niñez como la adolescencia son periodos muy importantes que nos marcarán de por vida, a unos les puede marcar más directamente de manera emocional, y a otros sexualmente.
En cuanto a las fantasías, por mayoría, la gente siempre fantasea con ser o convertirse en algo que es totalmente lo contrario; es decir, si alguien por su trabajo es totalmente autoritario, en su fantasía le gustaría ser sumisa, y viceversa, alguien que tiene un carácter más introvertido, fantasea con dominar la situación.
Cientos de fantasías que si más de un marido se enterara, no se yo que pensaría. Pero lo que Idoia viene a explicar en este libro, es que se ha provocado una liberación sexual en las mujeres y que ni las fantasías ni el sexo es ya sólo cosa de hombres.
Pero a pesar de las buenísimas fantasías que se relatan en el libro, yo me quedo con el toque y el humor de las aportaciones que hace Idoia en forma de opinión de cada fantasía. Es lo que puede diferenciar este libro de los muchísimos otros que se han publicado a raíz del éxito de Grey o Eric (Pídeme lo que quieras).
La moraleja del libro también coincide mucho con otros libros. Sobretodo quererse a una misma, mirarse al espejo y gustarse, pero mirarse desnuda, que es lo más importante. Como dice Idoia, nuestro cuerpo es el traje que nos acompañará todo el trayecto de la vida, y como tal, lo tenemos que querer. Y después de eso, está la comunicación con la pareja. Es el primer paso y más importante. Buena comunicación para tener buen sexo.
Y yo al respecto digo, una buena crítica para un buen libro. Te seguiré de cerca Idoia Bilbao.