La muerte del joven Daniel O’Donovan nos lleva a investigar que pudo sucederle.
Por Rubén J. Olivares
¿Quién mató al joven Daniel O’Donovan? Los lectores que nacieron en los 80 recordarán, como yo, aquella pregunta retórica que la mítica serie de David Linch, Twin Peaks lanzaba para promocionar la serie. En ese caso se trataba de averiguar quién había matado a Laura Parker. Salvando los paralelismos, Julien Green nos invita a tratar de descubrir quién acabó con la vida del joven Daniel O’Donovan. ¿Fue su tío, el eterno aspirante a escritor?, Quizás fue Paul, el chico que conoció al llegar a la ciudad, ¿o quizás no existía?, probablemente fue la casera o su primo, el abogado, aunque tal vez fue el mismo joven Daniel, preso de algún alucinación. En cualquier caso, tanto si llegan a averiguar cómo murió el joven y porqué, como si no, disfrutaréis de una amena lectura plagada de tensión, misterio y terror psicológico, que fusiona el cuento gótico con el thriller y la novela detectivesca.
Daniel O’Donovan es un chico taimado, huérfano criado por sus tíos en una casa dominada por convecciones religiosas y por la disciplina militar. Ser solitario y retraído, lo que conoce de la vida se lo debe a los libros que lee. No obstante, tras la muerte de su tía decide cambiar su vida de reclusión por una nueva vida en Fairfax, ciudad universitaria. Desconcertado por la nueva vida que le rodea, vivirá sus nuevos días en un ambiente gobernado por desconcertantes sucesos para los cuales los libros no le habían preparado, hasta que su cuerpo acaba flotando en el río sin vida. Para lograr comprender cómo ha acabado el cuerpo sin vida del joven en el río, Julien Green nos invita a indagar introspectivamente en la vida del joven a través del diario que escribió en lo que fueron sus últimos días, completando la narración con la lectura de las cartas de aquellos que tuvieron algún contacto con él y que nos ofrecen una visión caleidoscópica de los últimos días de Daniel O’Donovan.
Estamos ante una novela breve que condensa una historia intrigante. No se dejen engañar por la brevedad del relato, pues como un buen licor, lo mejor no es el momento en el que lo tomas (en este caso lo lees) sino el regusto que nos deja tras su lectura, al hacernos evocar al cabo de las horas o días la atmósfera victoriana que se entrevé en sus páginas, los extraños personajes y la eterna duda de cómo pudo un chico tan joven haber muerto. Una obra imbuida de mística y onirismo, impregnadas por la atmósfera victoriana de la novela y de la mente perturbada del protagonista. En cualquier caso, el relato está imbuido de una atmósfera oscura, sobrenatural, que genera desasosiego y tensión a medida que se avanza en las páginas y se incrementa el interés por tratar de descubrir cómo y porqué murió el joven Daniel O’Donovan.