A mis compañeros de colegio
Por Eduardo Boix.
La literatura esta construida a base de memoria. Los recuerdos sirven para ir ficcionando actos que realmente le han ocurrido al escritor. La mayoría de las novelas que leemos tienen mucha parte de verdad, otras son ficciones fruto de la nostalgia por algo que ocurrió de verdad. Cierto es, que tendemos a exagerar y a completar hechos con la imaginación, pero la realidad supera con creces a la ficción.
Hace un mes una asociación formada por un grupo de mujeres de mi ciudad, nos propusieron a Vane y a mí dar una charla sobre literatura, más concretamente sobre nuestra literatura. Cuales son los pasos que hemos dado para llegar hasta donde estamos, que hay que hacer para publicar la obra, como se es escritor desde la periferia. Sinceramente nunca me había parado a pensar todas estas cosas y repasando mi vida creo que la literatura siempre ha sido parte intrínseca de mí. Por otra parte desde hace unos días estoy enviándome mensajes con antiguos compañeros de colegio, debido a que estamos organizando una cena para juntarnos todos de nuevo. Como la memoria ya juega malas pasadas, hace ya la friolera de 18 años desde que dejamos el colegio, vamos poniendo recuerdos y entre unos y otros los vamos completando. La maestra que nos llamaba boguegos, la rata encima de la mesa del profesor, el padre policía que le pone la pistola a un maestro en la cabeza, la rotura de un cristal, el patio, el fútbol que tanto odiaba, el comedor.
Durante unos días he vuelto a ser aquel niño, he vuelto a jugar, he vuelto a reír, he vuelto a tener miedo, pero he sido feliz. Los recuerdos me han hecho darme cuenta que ellos son parte de mi vida y de mi literatura. He sido consciente de como tengo arraigados a mis compañeros y amigos del colegio, como no me he olvidado de ellos y como han sido y son importantes para mi vida. Es precioso comprobar cómo se van construyendo y reformulando los hechos en la mente, como la memoria almacena todo con la intensidad del día en que ocurrieron. La infancia es mi mayor fuente de inspiración y les debo mucho a mis antiguos compañeros. Llevo tiempo queriendo rendirles un homenaje, darles las gracias por todo lo que me dieron, incluso por los malos momentos, porque sin ellos yo no sería quien soy, ni habría publicado lo que he publicado.