Quinto Lp de Maleso: Cinta aislante negra
Por Sandro Maciá
Unos avanzan, otros retroceden. Algunos arriesgan, otros se conforman. Tomar una dirección u otra, o querer ir hacia delante o volver la vista atrás, son opciones tan válidas como necesarias para que haya variedad de tendencias, de ritmos, de expresiones artísticas e, incluso, de estilos de vida.
Por eso, siendo defensor a ultranza de la idea de que retroceder -estilísticamente hablando- es a veces una virtud que pocos pueden desarrollar, me siguen ilusionando que haya valientes que beben de las influencias de antaño para dar rienda suelta a su creatividad, valientes que no se dejan aplastar por el miedo a que el retorno suponga un límite a su innovación.
Y, si nombres he de dar, confesaré que hay un cantautor que me ha hecho volver a aquellos maravillosos Sixties y a ese pop de corte clásico, casi Mod, que en su día glorificaran grupos patrios como Los Flechazos -¡larga vida a Cooper!-: Maleso, un músico jerezano afincado en Sevilla que, curtido ya en esto y con una vasta experiencia –ha sido parte de Tiernos Mancebos, Las Balas, Surpop-, se pasó al mundo de la autoedición en solitario allá por 2009.
Desde entonces, cinco han sido los trabajos presentados en sociedad por parte de Martín León –nombre real del artista-, cinco han sido los discos que evocan esos aires “beetle” y esas referencias sonoras a Brian Wilson que, nuevamente, tenemos la posibilidad de disfrutar en los once cortes de su recién nacido Cinta aislante negra (2013).
En él, bajo el lema “cuando todo nos falla, lo único cierto es la ficción”, Maeso rescata, en forma de crítica, ironía y simpatía, esa esencia del arreglo hand-made que muchos vivimos en nuestra infancia, esa añoranza de los tiempos en los que, antes de la llegada de la silicona y las bridas de PVC, la cinta aislante negra te salvaba de más de un apuro. Un rescate que se sustenta en sonidos (y actitudes) de rock ochentero –una escucha a Sigue yendo a los bares, Tu mano en la oscuridad o La madre de Nobita, donde se puede oír “A mí no me hables más / de princesas delgaditas / delicadas y bonitas / y sin nada que agarrar”-, de folk naif de King Kong lo pensó mejor y de country style, como en Sobraron palabras ayer y Un candado en el contenedor -“si no cuido de lo mío / nadie más lo va a cuidar / si regalo mi basura / nadie me vendrá a comprar”-.
Vuelta al pop, de forma gratuita y personal. Al estilo Maleso.