Tiempor Mejores, segundo disco de Particulares
Por Sandro Maciá.
¡Oh, yeah! Dos semanas, y bajando. Así va la cuenta atrás para uno de los grandes festivales que más cerquita nos pilla a los de mi tierra: el SOS 4.8. Éste, celebrado anualmente en Murcia y con una afluencia de público cada vez mayor –y más heterogénea-, marca casi un inicio de temporada para todos los chalados que, a poco que vemos salir un rayo de sol, desempolvamos las “camis” de manga corta –o recortadas- y los pitillos de verano con la intención de uniformarnos para la batalla y no desentonar –o para hacerlo más que el resto- entre las masas de asistentes a estos eventos.
Poco es comparable a la emoción que supone reencontrarte con viejos conocidos y a la alegría que da mantener las típicas discusiones sobre si, por ejemplo, Morrisey vino al Fib de este o aquel año. Poco, o casi nada, puede asemejarse –para un melómano- a esta ilusión. Por eso, creo, buscando esta sensación en la propia música, he empezado a rozar la obsesión con un grupo que, con rebosante alegría, recrea en sus canciones esas buenas vibraciones que debe transmitir el pop como tal (y que no siempre transmite).
¿Su nombre? Particulares. ¿Su disco? Tiempos Mejores (2013). Doble acierto, doble alegría. Si el título de su trabajo (el segundo en su carrera) ya es una argumento de peso que deja entrever qué les deparará el futuro, el sustantivo escogido para nombrarse no resulta menos atinado para resumir una trayectoria tan ecléctica como rica.
Conformada a partir de raíces argentinas (pero dando sus primeros pasos en Barcelona y creciendo en Madrid, ciudad que les sirvió de escuela), Particulares nace en 2009 de la mano de Pepe Curioni, un músico argentino que lleva trabajando y disfrutando de la música desde los trece años y cuya experiencia, además de por las colaboraciones con artistas como Sergio Makaroff, Litus, Lucas Masciano o Álex O’Dogherty, se justifica a partir del buen hacer junto a Sergio Rojas (guitarra y coros) y Álex Riquelme (batería) en su debut: Flora, fauna y seres salvajes (2010).
Y así, con estos antecedentes, no es raro que en Tiempos Mejores encontremos temas como Tormenta en la ciudad –atención a sus matices filosóficos y sus metáforas sobre los distintos paraguas que paran la misma lluvia- o como El jardín –degustación de aire folk escogida como primer single-, de igual modo que no sorprende que la amalgama de sonidos de algunos de sus tracks contengan leves reminiscencias al rock clásico argentino, al country y al antes citado pop.
Producido por Toni Brunet (guitarrista de Miguel Ríos y Marlango) y tras confesar alguna que otra vez que sus influencias van desde Charly García hasta Ray Lamontagne o Elvis Costello, estos chicos no son normales. Y que se entienda bien, que la peculiaridad es un arte, un arte muy “particular”.