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Delorean lanza Spirit, avance de Apar

Por Sandro Maciá.

Alguien debe haberme leído el pensamiento. No sé cómo, ni cuándo, ni por qué. Ahora, de lo que estoy seguro es de que, si no creyera en las casualidades como creo, esto sería un motivo más que justificado para sospechar dos cosas: o que la gente que pasa por esta sección tiene mucho poder en este país o, por otra parte, que tienen el don de adivinar cómo hacerme feliz.

Y es que, por abstracta que parezca este reflexión inicial, todo tiene su sentido, como ocurre con la sorpresa que me he llevado esta mañana al ver, tras lamentarme hace escasos días de la espera que aún queda por vivir para llegar al Low Cost Festival, que uno de los grupos que integra el cartel de actuaciones rompe su reciente silencio.

Es el caso de Delorean, una banda de esas “de solera”, de las que nace de la ilusión adolescente por aportar nuevos estilos al panorama musical y de las que, a día de hoy, aún puede presumir de contar con los mismos componentes que iniciaron su andadura en este proyecto de automovilístico nombre: Ekhi Lopetegi, Guillermo Astrain (guitarra), Unai Lazcano (teclados) e Igor Escudero (batería).

Todos ellos, de Zarautz, tuvieron claro desde el principio que lo suyo era la música de baile – a las pruebas me remito, pues no podemos olvidar su aclamado LP Subiza (Mushroom Pillow, 2010), que les embarcó en una gira de tres años-, y así ha sido y es hasta este mismo mes de junio, momento en el que presentan Spirit, canción que avanza lo que podremos oír próximamente –en septiembre, para ser más exactos- en su disco Apar (Mushroom Pillow, 2013).

Establecidos en Barcelona desde que montaron en el barrio de Poblenou su flamante estudio de grabación, los chicos de Delorean dejan ver en Spirit que con el futuro estreno de Apar estamos ante un disco basado en la pureza del sonido, en la supresión de la ornamentación y en la sustitución artificiales voces femeninas construidas mediante la edición de sampleos por las colaboraciones de cantantes como Caroline Polachek, de Chairlift.

El álbum, que se ha grabado en los estudios Gigantic de NY y ha sido coproducido por Chris Zane y el propio grupo, busca recuperar elementos de corte más clásico y dar un mayor protagonismo a las guitarras , trabajando en todo momento desde la perspectiva de las estructuras clásicas del pop y apostando por unas letras que exploran la contradicción existente entre el hecho de ser finitos y la necesidad de comprometernos incondicionalmente, en el amor por el otro.

Como ocurre en el video de Spirit, que ejemplifica a la perfección todo el concepto que se resume en Apar -«espuma» en euskera-, el single entra por la vista con una espectacular portada compuesta por un paisaje marcado por las dos cruces que el escultor Jorge Oteiza hizo para la tumba compartida por su mujer y él, dos cruces de madera que se conectan en sus extremos y que, evitando las referencias a la muerte, expresan el apoyo de unos sobre otros, o lo que es lo mismo, dan fe del amor que sigue vivo tras dejar este mundo.

Amor que sigue vivo, tanto o más que el Spirit de Delorean.