Las posibilidades que hay tras un chat de internet
Por Gemma Juan Giner
¿Quién no se ha creado un perfil en internet con la intención de ligar o ha entrado en un chat con la misma intención? Las palabras, junto a nuestros actos, siempre tienen consecuencias, las cuales podrán ser buenas o malas.
Dakota Udaz, protagonista de la novela “Tuya”, de Cecilia Guiter, vive, a sus treinta y siete años, por y para su trabajo, una empresa en la que tiene un cargo alto después de once años en la empresa trabajando hasta conseguir su propio despacho, contiguo al de la directora.
Esta adicción le lleva a no tener vida personal. Divorciada desde hace años, y sin tener nada de sexo porque según ella, no la hace disfrutar, empieza a tener sueños eróticos que le harán replantearse su vida. Dakota sabe que a llegado el momento de conocer a un chico. Para ello, son sus mejores amigas, Vicky y Álex las que la animan a crearse un perfil en internet. Así será como conocerá a Eliseo, un hombre culto que satisface de manera increíble a Dakota, hasta el punto de ir a clubs de intercambio de sexo, cobrar por mantener relaciones con otros chicos y descubrir millones de secretos sobre el sexo.
Pero Eliseo, no será el chico que ella esperaba, resulta ser un hombre bastante misterioso que conseguirá volverla loca, hasta el punto de poder perder su empleo o incluso la amistad que tiene con sus dos amigas.
Una novela que consigue hacer reflexionar al lector por las consecuencias que tendrá que pagar Dakota tras su relación con Eliseo. Pero la gente que te quiere nunca te falla, y ella tiene dos amigas increíbles, que muchos las quisiéramos, una limpiadora fiel que resultará ser una gran consejera, una madre que pese a todo, es una madre con un corazón un poco escondido y cómo no, otro chico… que estará ahí cuando ella más lo necesita. Si tuviera que definir con una palabra a Dakota sería VALIENTE.
Además, de Cecilia Guiter, la autora, debo decir que para ser su primera novela me ha impresionado, por la calidad de la historia, de sus personajes y por la gran reflexión que nos deja al final de la novela. ¿Habrá una segunda parte? Eso espero, pero de momento sólo puedo decir, ¡Enhorabuena Cecilia!