La autora siempre ofrece giros inesperados.
Por Vanessa Díez.
Vivir en la abundancia, todo lo que deseas está a tu alcance, la buena vida te cubre y arropa. Comida gourmet, buena conversación y sábanas de seda. Todo es tuyo, tan sólo debes respetar una única norma: no podrás abrir una habitación. Además el hombre con el compartes estancia tiene mala reputación, nada se sabe de las anteriores mujeres que estuvieron en la habitación que ahora tu ocupas. Ese ha sido el imán de que muchas de ellas se acercaran a él, el morbo de poder descubrir que había pasado realmente con ellas.
El cuento de Barba Azul que Charles Perrault recopiló y adaptadó en 1697 servido en clave Nothomb. Parece que Barba Azul, el original, está basado, en el noble bretón del siglo XV y asesino en serie, Gilles de Rais. Ahora, en cambio, no es la mujer que descubre las psicópatas aficiones de su marido, sino una inquilina belga que hace una sustitución en París, que no está interesada lo más mínimo en abrir esa puerta ni en descubrir su contenido, su desdén ante el dueño de la casa provoca en él mayor interés por su nueva presa.
Se aísla del mundo recreando obsesiones, esperando que alguien las sacie. Curioso me ha parecido que fuera un hombre español de alto linaje fiel a la Inquisición el personaje que representara al adinerado Barba Azul, supongo que la escritora habrá conocido a algún español con escudo de armas que la habrá llevado a este personaje odioso en un principio, pero nos demuestra que detrás de cada paranoia existen unos motivos para que la persona haya llegado a ese punto en su vida, aunque uno no siempre pueda salvar a todo aquel que se cruza en su destino por mucha atracción que acabe provocándole.
Bueno y también trae a él la misa diaria, como buen católico practicante, muchos de los hombres que a lo largo de la historia han provocado el derramamiento de sangre, ya sea en la batalla o por puro placer, han sido fervorosos creyentes, como forma de obtener perdón ante las atrocidades provocadas a otros seres humanos.
Se menciona a Llull entre los escritores que el protagonista disfruta entre sus aficiones, pero eso sí, como buen español, lo lee tan sólo en castellano. Nothomb como todos los creadores bebe de sus experiencias, ha visitado Barcelona en más de una ocasión para presentar sus libros, puede que su creciente curiosidad la haya llevado hasta su cultura.
Sea de una forma u otra, debajo de los Pirineos Nothomb ha encontrado inspiración para darle su toque a este antiguo relato que fue publicado hasta los cincuenta, abandonado en el olvido por su crueldad. La indiscreción femenina utilizada desde antaño como excusa para castigar a los personajes femeninos se merecía ser redimida para dar otras posibilidades a la historia. Se mantienen muchos estereotipos en los cuentos que han educado a generaciones de niños, además cambiar el cuento siempre es divertido.