La Maniobra de Q., rosarios y actitud en su nuevo single

 Por Sandro Maciá

Mi vida podría narrarse en kilómetros, en medios de transporte y en maletas. Con estos tres elementos, estoy seguro de que cualquiera podría hacer una completa sinopsis de lo que está siendo mi existencia e, incluso, poder vaticinar qué será de mí, al menos a medio plazo. Idas y venidas conforman las horas de mis últimos años, un tiempo en el que lograr rodearse de gente imprescindible ha pasado por cruzar una vía, un mar o algún que otro tramo aéreo…, una época de trasiego y de horas y horas de (auto)descubrimiento.

¡Y qué siga siendo así! Porque gracias a estos momentos he tenido el placer de descubrir, en mi afán por emplear estos ratos interterritoriales en escudriñar la red y el mundo de las ondas, grupos y estilos que se terminan convirtiendo en imprescindibles.

El último de ellos, con el que me crucé, hará ya dos años, en el espacio radiofónico de camino a un tren, fue el caso de unos paisanos: La Maniobra de Q., un grupo formado por unos jóvenes murcianos que por aquel entonces pegaban fuerte con su Ep de debut, Eterna Juventud (autoeditado, 2011) y que, una vez  culminado el amor despertado en mí con El desarrollo de la tolerancia (Autoeditado, 2013) –segundo Ep-, vuelven a saltar a la palestra indie con un doble single digital.

Titulado Como el rosario de la Aurora (2013), este nuevo proyecto incluye dos canciones inéditas, Acción evasiva y ¿Y ahora qué?, dos composiciones inéditas que hacen merecedores a Ana, José Ángel, Víctor, Sergio y Javier de las palabras que ya se ganaron con sus anteriores trabajos, de aquella sentencia que me atreví –osadamente- a lanzar en cuanto a su consolidación y abandono de la emergencia continua y de esa declaración, casi amorosa, en la que afirmé que “esta banda rezuma solidez y puede presumir de algo que no muchos consiguen: mantener un estilo propio sin caer en la monotonía o la rareza, combinando lo mejor de unas bases envolventes tejidas con guitarra y percusión con unas voces reconocibles allá donde se oigan”.

En esta ocasión, los cortes que nos ofrecen, además de mantener sus señas de identidad, parecen apuntar hacia unas vertientes un poco más complejas y elaboradas, algo que se nota sobre todo en el envoltorio sonoro de tipo “shoegaze” de ambos temas.

Acción evasiva, por un lado, otorga un protagonismo indiscutible a la voz de Ana, un melódico susurro reforzado por unos coros reverberados y por un fondo musical que se complementa a la perfección con la letra, sin que ninguno de los dos elementos quede relegado.

En cuanto a ¿Y ahora qué?, si bien es éste el tema que más se asemeja a la trayectoria que la Maniobra de Q., también se ampara en el enfoque “shoegazero”, empleando este estilo para aparentar una linealidad inicial menos potente –a nivel sonoro, que no emocional- que va creciendo poco a poco, desde los primeros versos hasta un desenlace que se constituye a partir de una -correcta y contenidamente presentada- explosión final.

Esto pinta bien, muy bien.