Leslie Jamison ofrece una tragedia familiar directa a la yugular
Por Vanessa Díez
Tu padre se ha ido, tu madre se queda. Un trago de ginebra te ayuda a aceptar el dolor. Ves cómo tu madre se derrumba, tu hermana mayor está en la universidad. Un trago de ginebra te ayuda a aceptar el dolor. Una adolescente no está preparada para crecer en un chasquido de dedos, los sentimientos se agolpan en la garganta y no sabes cómo procesar la realidad. Un trago de ginebra te ayuda a aceptar el dolor. Van llegando los hombres, a tu tierna edad ya sabes que los atraes fácilmente. Por un profesor abandonas aquella casa llena de oscuridad, pero te llevas tu parte contigo, el amor tampoco está fuera, pues todos cargan con su dolor.
Stella lleva una vida independiente en Nueva York, trabajo y vida social, hombres y el paso del tiempo. No pensar en nadie más, no pensar más bien. En un momento dado todo se derrumba. La abuela Lucy está cada vez peor, Stella se da cuenta que aquello es el final. La cuida, dejándose arrastrar por el peso que deja el hedor de la muerte a su paso. Un trago de ginebra le ayuda a aceptar el dolor. Su abuela se marea, vomita o se hace encima. Píldoras. La mujer casi ya ni come o tan sólo aquello que le apetece, quizá una copita de vino. Intenta llevar una doble vida, trabajo y cuidar de la abuela. Pero la hecatombe va comiendo su realidad de treintañera sin complicaciones. Un trago de ginebra le ayuda a aceptar el dolor.
Cuando ve que casi no queda tiempo llama a su madre, aquel ente que funciona en on y no transmite sensibilidad ante los acontecimientos. Fría. Mujer eficiente que recoge, ordena y pide información. Se enfada con su hija por las botellas de alcohol. Para ella eso no es cuidar de su madre, debería haberla llamado antes. La aleja de allí. La nieta vuelve a su vida. Con la muerte la abuela abre la puerta hacia una tragedia familiar oculta. Existe otra hija, una tía.
Leslie Jamison nos ofrece una primera novela cruda y bien escrita, directa a la yugular. Su narrativa no pasará desapercibida. El armario de la ginebra ofrece una historia familiar llena de dolor y rincones oscuros. Tilly, la hija repudiada y alcohólica dará los capítulos que más removerán al lector, una vida dura de supervivencia bañada en ginebra, su sobrina Stella intentará salvarla. Es tarde. No puede salvarse a quien no lo desea.