El viaje interior de Iolanda Batallé
Por Gemma J. Giner
“Para entender cualquier cosa en la vida tienes que dar un paso atrás. Si no tienes distancia, no entiendes nada. Siempre fue buena, demasiado buena. Las niñas buenas un día dejan de serlo. ¿Se te puede romper el corazón de pena? Sí.”
Este párrafo pertenece a la última novela que he leído. Todos sabéis que prácticamente el 95% de libros que leo y reseño son de género erótico. De vez en cuando intento airear mi mente de tanto sexo y desenfreno para pasar a un libro un tanto diferente. Y así ha sido con mi última novela. Este mes me decidí por “Haré todo lo que tu quieras” de Iolanda Batallé. Una novela que aunque pueda parecer erótica no lo es tanto, una novela compleja en la cual me costó bastante sumergirme por no llegar a entenderla bien.
No es una novela comercial, seguro que muchas de vosotras no la conocéis, yo ni siquiera conocía a la autora a pesar de tener otras obras publicadas, y por eso decidí apostar por ella y darle una oportunidad. No es el estilo de libro que me gusta leer, pero soy de las que pienso que hay que leer de todo para poder opinar. De hecho, quien quiera leer este libro pensando que es una novela erótica o romántica es muy posible que no le guste, puesto que llegar a ser más psicológico que otra cosa.
Iolanda Batallé ha plasmado en esta novela un viaje interior, el de Nora, la protagonista de la historia, una mujer casada de cuarenta años que se enamora de Nacho, un hombre que conoce en un avión. Él es el culpable de despertarle a Nora su propia sexualidad pasando del “haré todo lo que tú quieras” a “haré todo lo que yo quiera”. Un proceso en el que se encuentra en un mundo diferente y, lo que es más importante, se encuentra con ella misma. Nora irá, poco a poco, abriendo su puerta interior hasta destapar todos sus secretos y preocupaciones.
Es un viaje interior difícil, muy escondido en la historia, en la mente de ella, que le cuesta entender el porqué de muchos hechos. Y es que conocer a Nacho supone para Nora un cambio radical en su vida que le hará replantearse muchas cosas.
En un principio, Nora tiene una vida envidiable. Es una pintora reconocida, casada, con dos hijas que tiene una vida completamente normal. Pero quizás ese es el problema. La rutina ha podido con ella. Y por ello, las dudas, la lucha constante entre lo que está bien y lo que está mal, la rutina con su marido, y un gran secreto que esconde por mucho tiempo, serán el rompecabezas de esta historia. La narración es básicamente la mente de Nora, por tanto a todo esto se suman los sueños, los recuerdos, la infancia… y todo esto entremezclado en el libro provoca que muchas veces el lector esté completamente desorientado.
Pero a pesar de su marido y de Nacho, el culpable de que Nora aflore toda su sexualidad, hay otra persona que ha sido la persona más importante de su vida, su abuelo, quien antes de morir le dijo “Se tú”.
Por ello, durante toda la novela Nora se encuentra dándole vueltas a esta frase, ¿debe ser buena?, ¿debe ser ella misma?, ¿debe ser lo que quieren los demás?, ¿qué le aconsejaría su abuelo si estuviera vivo?
Nacho, el que comienza el juego, el que impone las reglas, el que cambia la perspectiva vital de Nora, también se verá afectado por el cambio que él ha provocado. Nora, a través de él, a través de su viaje, de sus decisiones, llegará a ser no lo que quiere él, no lo que quieren los demás, no lo que esperan. Nora cumplirá el imperativo que le lleva persiguiendo durante muchos años, “Sé tú”. Y Nora, llegó a serlo.
Todos tenemos un pasado, todos ocultamos secretos, todos tenemos personas importantes en nuestra vida, y personas que nos la cambian totalmente. Pero todo, desde la distancia, se ve mejor. Y si no… siempre nos quedarán los libros.