Una mujer planea su muerte desde un garaje
Por Vanessa Díez
Sin el atrevimiento de Hallgrímur puede que los lectores españoles no hubiéramos llegado hasta la historia de Herra, una superviviente nata, que a los ochenta años acabó viviendo en un garaje en Reikiavik, atada a una cama y a su forma de ver la vida que era la que la mantenía viva todavía. Nieta del primer presidente islandés, su padre había luchado en la II Guerra Mundial en el bando nazi y ella había sufrido la guerra en tierras alemanas abandonada a su suerte, haciéndola crecer demasiado deprisa en pocos años. La novela de Hallgrímur Helgason generó rechazo en Islandia porque reconocieron a la protagonista ¿hasta dónde puede permitirse licencias un escritor? ¿Dónde empieza y termina la ficción? Él se defendió diciendo que era un homenaje a esta gran mujer y que ya los personajes que utilizaba habían publicado sus propias biografías y tan sólo sacaba de la oscuridad a Herra tras su marcha.
Herra hace un repaso por su vida desde su infancia en las islas de Breiðafjörður, Dinamarca antes de la guerra, las islas Frisias, Alemania durante la guerra, Argentina, Nueva York, Hamburgo, para volver de nuevo a Islandia. Como también recuenta los hombres de su vida, el sexo, las idas y venidas, sus hijos, la relación con su madre y cómo veía a su padre después del conflicto, porque fue ella la que viajó con él a Argentina cuando todos lo desterraron por haber luchado con los nazis y él avergonzado había agachado la cabeza y había aceptado irse a la otra punta del mundo y dedicarse a la tierra, allí fue donde ella perdería a su primera hija, donde la dejó enterrada y por la que aún lloraba, aunque tuvo más hijos, que se fueron alejando de ella. Abandonada en un garaje, pues sus hijos habían vendido sus posesiones al ingresarla en un asilo de ancianos de donde ella se escapó. Allí en su zulo estaba atrincherada y recibía asistencia social, una chica iba todos los días a atenderla, pues ella estaba postrada en la cama y sin oxígeno, porque no pretendía abandonar el último placer que le quedaba, fumar. Mientras el cáncer de pulmón la acechaba descontándole un día tras otro ella seguía conectada al mundo a través de su portátil y sin dejar de dar guerra hasta el último momento.
Descubrirán un personaje femenino controvertido e interesante con una ironía y humor negro fascinantes que vive la vida a través de las experiencias, que se rehace a sí misma una y otra vez, aunque se quedara lejos de sus padres en la primera adolescencia y consiguiera regresar a casa ya como una mujer que había vivido en carne propia lo más cruel de la guerra, que toma el sexo y a los hombres en cada momento, no implicándose en profundidad con nadie ni con sus hijos, pues los alejaría de ella para poder seguir viviendo y que no doliera tanto todo.