Repetir errores generación tras generación
Por Vanessa Díez
Odio y dolor, generación tras generación. Las mujeres de una saga dando siempre vueltas sobre los mismos agravios: carencias del amor de los padres y la derivación pertinente hacia los problemas con los hombres. Las mujeres han sido educadas entre algodones para mantenerse bellas y radiantes para conseguir un hombre, ¿pero qué sucede cuando el hombre desaparece? ¿Cuando esa belleza puede resultar un problema más que un hallazgo?
Janet Hobhouse nos adentra en la historia familiar, turbulenta y dolorosa. Ha sido un libro difícil de leer, por lo que representa, como lo fue para ella escribirlo, ya que lo retomó una y otra vez, lo pospuso indefinidamente, hasta que en su etapa final sacó valor para terminar con ello y honrar el recuerdo de las mujeres con las que había crecido. La vida es curiosa a veces, un cáncer la alejó abruptamente de la escritura de este libro, los editores nos lo explican al principio, no está del todo terminado, algunos capítulos, los últimos, son un primer borrador de la escritora y nos indican que no han querido modificar nada, aunque tuvieran nociones del camino que ella quería tomar, siendo así fieles al material encontrado tras su partida.
No puedes huir de las cosas. Te perseguirán una y otra vez. Debes resolver los problemas, soltarlos sin más no es la solución, pues regresarán con otra forma de nuevo. La abuela no quería casarse, la obligaron, lloró por ello. Tras el disgusto se consagró a sus hijas, era todo para ellas. La buena y la mala, Caín y Abel. Lo mismo se repetiría con sus nietas, pues su madre tan sólo quería ser artista, así la bohemia representaría el mal para aquellas niñas abandonadas por su madre y arropadas por la protección de la abuela. La niña más dotada de las dos para el arte repudiaría aquel don y caería en un ciclo de depresiones que iría cada vez a más tras llegar a una edad en la que ya los hombres no te ven tan bonita, en la que has perdido el equilibrio porque tu hija adolescente ha preferido abandonarte en Nueva York para conocer a su padre que vive en Inglaterra, una madre negligente, pues nadie le enseñó cómo cuidar de una niña, ni cómo cuidar de sí misma.
Al final la culpa es demasiado grande y todo duele. El suicidio es una salida fácil. Lo no resuelto cuando alguien se marcha de golpe te arrastra hasta la más profunda oscuridad.