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Hay seres que nos conmueven más que otros, poseen una parte de lo que a nosotros nos falta.

Por Ana Olivares

Os presento Ánima, una novela de Wajdi Mouawad. Se trata de una historia desgarradora con tintes de tragedia griega y de thriller en la que los animales dan nombre a los distintos capítulos y funcionan como narradores. A modo de testigos silenciosos contemplan las distintas escenas guardando su propia racionalidad frente a éstas. A veces juzgan a los personajes o hablan de su naturaleza mediante un discurso interior que los dota de alma y personalidad propia. Un recurso que inevitablemente nos implicará como seres vivos; nos hará recapacitar sobre la actuación del ser humano frente a la vida y en su impacto sobre el mundo. Dejaremos de ser los mismos, su lectura nos cambiará.

El animal y el hombre son seres salvajes y naturales, pero cuando el hombre se comporta como una bestia éste se convierte en un monstruo. Sólo un monstruo puede atentar contra sus congéneres por placer cruzando la línea que separa lo humano de lo inhumano.

Lamentablemente esto es lo que comprende Wahhch Debch cuando descubre a su querida Leónide tendida en el suelo de su salón repleta de sangre y con la mirada ausente. Las circunstancias de este asesinato son tan escalofriantes que Wahhch confiesa al detective que lleva el caso no estar seguro de nada. Puede que lo sucedido fuese obra suya por lo que necesita de un modo urgente ver el rostro del malvado ser que le ha arrebatado su amada, su alma. De este modo comienza la trepidante búsqueda de la “bestia” dividida en cuatro partes: Bestiae verae; Bestiae fabulosae; Canis lupus lupus; y Homo sapiens sapiens (capítulo añadido por Aubert Chagnon médico coroner (forense) que lleva el caso). Conforme Wahhch se va acercando al asesino de su esposa descubre aspectos oscuros de los hombres y de la sociedad. La vida es terrible y se consume en la tristeza de haber perdido a su mujer de forma horrible. Pero existen lagunas en su pasado que comienzan a dar forma a la bestia que todo hombre alberga en su interior.

La línea invisible que separa el mundo de los animales y el de los hombres se romperá en el momento en que nazcan las bestias y se creen los monstruos. Éstos últimos sólo son víctimas de la propia existencia, de las circunstancias que los rodean y de que casi siempre la historia se repite- por terrible que fuera- y ni siquiera huir o creerse una mentira inducida bastará para apaciguar la verdadera naturaleza salvaje.

Esta novela nos explica cómo un hombre bueno y aparentemente normal puede convertirse en un hombre malvado, que mata por el placer o por poder, que toma lo que considera suyo y sigue adelante sin miedo; porque el miedo ya no existe cuando nos hemos convertido en monstruos. Entonces la venganza será nuestra única justicia, y la verdad dejará de tener sentido al ser conscientes de que en realidad, no sabemos nada.

Como refleja la sinopsis: “Nadie sale indemne de esta novela”. Así que os recomiendo encarecidamente su lectura, a no ser que seáis débiles en espíritu o simplemente no tengáis ganas de aborrecer por unas semanas (o por siempre) a la raza humana.

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