“No estoy en casa”-dijo el Loro a la anciana.
Por Ana Olivares
En esta ocasión vamos a hacer un pequeño comentario de “La viuda y el Loro” de Virginia Wolf, un cuento del siglo XX que la editorial Gadir ha dejado en nuestras manos. Se trata pues de una pequeña historia acerca de la señora Gage, una entrañable anciana viuda que apenas se sostiene económicamente y que por causas del destino recibe una misteriosa herencia de su hermano Joseph Brand. Dado que apenas tiene dinero debe pedir prestado a sus vecinos para poder viajar hasta Lewes en Sussex (un pequeño pueblo de Inglaterra) donde le espera una sorpresa desagradable. La casa que su hermano le ha dejado está en ruinas y no recibe ni una libra de lo que le habían prometido. Tan sólo obtiene un loro adulto que sólo sabe decir “No estoy en casa”. A partir de este momento, la mala fortuna de la señora Gage no hace más que empezar. Sin embargo, pese a las vicisitudes del destino, esta entrañable anciana es incapaz de abandonar al animal, por lo que hace de tripas corazón e intenta rescatar al loro sin importarle su extraña actitud…
El desenlace es fantástico, pero tendréis que averiguarlo por vosotros mismos. Al igual que sucede con su moraleja, centrada en este caso en la humildad y la bondad que poseen los amantes de los animales, haciendo de éste mundo un lugar mejor.
La viuda y el loro es un cuento sobre el amor a los animales escrito por Virginia Woolf expresamente para un diario familiar que editaban sus sobrinos. Una pequeña muestra del talento de su autora y de su capacidad para construir historias que mantienen el suspense hasta el final. En esta ocasión, la editorial Gadir ha contado con la colaboración de Concha F.Montesinos para ilustrar con dibujos de líneas marcadas y bastantes “rudimentarias” esta encantadora historia.
Virginia Woolf (1882-1941) nació en Londres y fue la tercera de cuatro hermanos. Hoy día está considerada una de las escritoras más importantes del siglo XX.