UA101349465-1

pensionleonardo_g

La pérdida de la inocencia en la Barcelona de los sesenta

Por Vanessa Díez

Vigilar los pasos de otros cada noche. Arriba y abajo. Defenderte de las sombras. Cuidar a la familia. Recorrer la calle en busca de aventuras cada domingo. Beberte los tebeos que encuentras en el Mercado de San Antonio como si no hubiera un mañana. Escuchar las historias de los demás, incluso las que son de muertos. Siempre te han gustado las historias.

Lali tan sólo tiene doce años y la pensión es su mundo. No conoce nada más. Los huéspedes de la pensión dan pie a Lali para contar historias a su amigo Amado, un niño sin padre que es hijo de la panadera, asediado por su madre ante la vergüenza de ver que cada mañana encuentra las sábanas meadas, para escarnio público coloca la bandera mojada en el balcón. Lali crea historias para Amado, hace crecer a los ocupantes de las habitaciones, los que van y vienen y los habituales, los recrea para él y él disfruta, pues no tiene interés en conocer a los verdaderos si no imaginar cómo continuarán sus aventuras los que ella ha creado.

Pensión Leonardo y Comidas Luciano, son los dos centros de adultos que Lali conoce. Un tuerto, un manco y un cojo son los referentes masculinos, aquellos que siguen en la brecha aunque les falte una parte de sí mismos, valientes que no abandonan y siguen adelante. Uno de ellos es su padre, el cual se rehízo en Barcelona montando la pensión y el bar a medias con su socio. Ambos perdieron la guerra y un pedazo de carne que nunca recuperarían. Ella imagina dónde estará aquel trozo de ambos y la atormenta. Un rincón para lamerse las heridas aquellos que se quedaron sin nada, una oportunidad de volver a empezar y ganarse el pan. El día a día con los parroquianos que comen los platos que les recuerdan su casa y juegan la partida.

Rosa Ribas nos trae una historia de iniciación. La autora nos presenta capítulos cortos, en su mayoría, cambiando en cada uno de situación y tema, dándole movimiento al texto. El comienzo de la adolescencia de una niña en un barrio obrero de la Barcelona de los sesenta, la voz de una niña que va perdiendo la inocencia. Todo son cambios a su alrededor, los de la edad y los de la vida. Tan sólo conoce la pensión y los retazos de la ciudad por dónde transita, pero ansía viajar para volver al origen de nuevo. Amante de las historias, Lali perseguirá conocer la suya propia, pues tanto su padre cómo su madre huyeron del pasado creyendo que si iban muy lejos y negaban lo sucedido el tormento no les alcanzaría. Sus hijos son el futuro y por ello les protegen, desconocen la historia familiar y los integrantes de la misma, no saben, no tienen datos sobre sus abuelos, tanto maternos cómo paternos. Lali perseguirá saber, el destino le pondrá las piezas a mano, al final descubrirá aquello que busca y decidirá en consecuencia, tomando partido y dejando de ser un observador pasivo de aquello que tiene alrededor, pues cada día es menos niña y más mujer, para comprender las razones de los hechos. Rosa Ribas es una autora recomendable, llega a temas duros de forma sencilla.