Un punk en los días del islam
Por Rubén J. Olivares
¿Puede un musulmán ser punk? ¿Son incompatibles ambas realidades? Para Michael Muhammad Knight no sólo no lo son, sino que demuestra que ambas pueden congeniar a la perfección. En su debut como escritor, M. M. Knight logra convertir un movimiento, que por definición es marginal, subversivo y transita entre los recovecos de la sociedad, en un fenómeno literario que ha dado lugar a una película y un documental basados en la novela y que ha logrado convertirse en la obra fundacional del movimiento punk islámico, bautizado como Taqwacore (contracción del vocablo árabe taqwa “piedad o temor de Dios” y el término inglés hardcore “duro, explícito, intenso”. Por las páginas de este libro desfilan integrantes de un nuevo movimiento juvenil que reivindica la necesidad de encontrar un equilibrio entre dos identidades que parecen estar condenadas a no mezclarse: el punk, movimiento contracultural que busca transgredir las normas y convicciones sociales asentadas en la sociedad a través de la provocación y reto a lo establecido como correcto, y el islam, el sistema religioso que propugna la aceptación y sometimiento ante Dios como vehículo para la salvación de los creyentes.
Por las páginas de esta novela desfilan creyentes islámicos apegados a diferentes ramas del punk hardcore: suníes straightedges, chiitas red skinheads, riot grrrls con burka, sufíes con crestas mohicanas, skaters indonesios y rude-boys sudaneses que viven en un ambiente de total libertad de sexo, droga, música punk y su peculiar visión del islamismo al ritmo de Allahu Akbar y los Dead Kennedys, todo ello sin renunciar a su visión de Alá y el espíritu subversivo y renovador del manifiesto Taqwacore del que todos son partícipes.
M. Knight construye una novela que se balancea en el filo del abismo entre una cultura que se halla inmersa en un proceso de renovación y convulsión reaccionaria buscándose a sí misma, como demostró la primavera árabe, y el mundo contemporáneo en el que cabe de todo, pues éste también empieza a ver sacudido sus valores por una larga crisis económica que está dejando al descubierto las miserias de las sociedades en las que vivimos.
Complicada de clasificar una novela como la de M. M. Knight en la cual la sombra de Alá es tan omnipresente y larga como puede ser la música de los Dead Kennedys. Por supuesto, la novela generó una ola de condenas, censuras y boicots por parte de numerosos imanes, que sólo logró hacerla más popular, aunque por suerte en esta ocasión nadie llegó a condenar a muerte a su autor como ocurrió con Salman Rushdie y sus “Versos satánicos”. Muy al contrario, esta controversia sólo sirvió para hacer más visible si cabe la existencia de una subcultura islámica-punk que ha estallado por todo Estados Unidos y que existe en menor medida por todos los países islámicos donde hay más tolerancia a este tipo de expresiones artísticas, países que a su vez son la cuna de otro movimiento renovador relacionado con la música dentro del mundo islámico, como es el raï “opinión’, ‘parecer’ o ‘punto de vista’, de Cheb Khaled y otros artistas.
Estamos ante una novela original y completamente inclasificable que ha sentado un antes y un después en la cultura musulmana, pues demuestra que se puede ser joven, amar la música, tener inquietudes propias y cuestionar las creencias religiosas de tus padres sin por ello abandonar tu credo religioso. Simplemente viviendo la religión acorde a tus ideas. Si te pica la curiosidad, no esperes más y descubre que existe otra versión del islam alejada de extremismos radicales y terrorismo yihadista.