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Una novela romántica en la Gran Manzana.

Por Gemma Juan Giner

La autora Olivia Ardey destaca por su estilo romántico 100% y con la novela “Delicias y Secretos en Manhattan” lo ha demostrado una vez más. Una historia romántica hasta las trancas, en la que Laura y Kenneth no paran de demostrar el amor que sienten el uno por el otro durante toda la novela. Pero también es cierto que acostumbrada que estoy a leer historias eróticas, me han faltado más escenas subidas de tono para calentar al lector. Pero este es el estilo de Olivia, natural, sencillo y romántico, una de las grandes autoras de este género que escribe libros sin parar y nunca defrauda, ya que la pluma de Ardey es excepcional. Además, esta historia no sólo se compone de una bonita historia de amor, sino que contiene cuatro romances que se van desarrollando a lo largo de toda la novela y gracias a los cuales te van permitiendo conocer a todos los personajes de la novela, narrada en tercera persona. Diferentes relaciones y amistades que se van entrelazando conforme avanzas la lectura.

He de decir que he leído muchos libros de Olivia, pero este se me había quedado en la estantería más tiempo de lo habitual y no me digáis porqué. Ahora, después de leerlo, se que ninguna historia de esta autora me puede defraudar, ya que su estilo personal y su toque es inconfundible.

En esta ocasión, el libro, ambientado en los años 20 nos muestra una sociedad que está empezando a cambiar y en el que el papel de la mujer va adquiriendo poco a poco más importancia. La historia nos sitúa concretamente en Manhattan, una ciudad que está empezando a sufrir los estragos de la llamada “Ley Seca”, una ley que potencialmente perjudicará al sector hotelero, en este caso al hotel Taormina, donde transcurren la mayoría de las historias de esta novela protagonizadas por personajes perfectamente definidos.

La protagonista Laura McKerrigan, viene de una familia acomodada que se dedica al mundo de los hoteles. Destinada a un matrimonio que no desea, Laura convence a su padre para poder irse a Nueva York con la excusa de aprender francés y así poder conseguir su gran sueño de dedicarse a la repostería. Allí conseguirá trabajar en el hotel Taormina, competencia directa de su familia, y trabajar con uno de los mejores chefs. Lo que ella no sabe es que uno de los jefazos del hotel es un chico irresistible que ella conoce muy bien, Kenneth Callahan, un joven que lleva años viviendo por y para el trabajo. Tras la llegada al hotel de Laura, éste empezará a ver la vida de otro modo y juntos se complemetarán y se aportarán cosas que hasta el momento no sabían que necesitaban. Él enseñará a Laura a valorarse y a quererse y ella ayudará a Kenneth a volver a creer en el amor y luchar por el.

Estoy segura de que “Delicias y secretos en Manhattan” no decepcionará a quienes busquen un buen romance, con secretos que llevan a situaciones divertidas y con parejas que demuestran que no importan las clases sociales, los problemas físicos ni la edad para ser feliz. En definitiva, una buena historia, escrita con originalidad y frescura que se disfruta de principio a fin.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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