Regreso electrónico de Furguson.
Por Sandro Maciá
Volver no siempre es fácil. Incluso me atrevería a decir que ni siquiera es, a veces, agradable. Tal cual. Por duro que parezca, no hay más vuelta de hoja ni menos crueldad para decirlo, pues tan libres somos a la hora de celebrar un regreso, como al tiempo de dejarnos llevar por la indiferencia de ver cómo hace acto de presencia quien ya creíamos ausente…
Ahora bien, ¿qué ocurre cuando, por contradictorio que parezca, la vuelta se torna tan esperada como sorprendente? Fácil: todo lo descrito anteriormente se va a la mierda. ¿Contundente? No, real. Tan real como que esto mismo ha sido lo vivido en carnes propias al descubrir que la valentía aún sigue viva y marca, en algunas ocasiones, la vuelta de bandas que nunca dejan de crecer artísticamente, de formaciones como la que un día nació en Gurb para lanzarse al mundo bajo el nombre de Furguson y que, ahora, regresa al panorama con dos nuevas canciones que avalan ese giro evolutivo hacia nuevos ritmos.
De corte electrónico y con una estructura aparentemente más directa y espontánea –que no por ello descuidada o menos trabajada-, las recién estrenadas piezas de los que hace ya tiempo se embarcaron en la aventura de dar el salto al Lp –nada desdeñable resultó su The Leap Year (2013), larga duración que sucedió al inicial Split Ep (2011)-, son el vivo reflejo de un cambio, de una nueva perspectiva que el propio grupo abre frente a su manera de proceder y de llegar a sus oyentes mediante el ejercicio de partir de una idea previa que, poco a poco, va tomando forma según se va construyendo.
¿Buen sistema? Bueno y efectivo. Ya que tanto en Black Cloud como en Can you hear me? –títulos de ambas canciones-, el hecho de gozar de la ausencia de límites estilísticos en lo referido a la composición en torno al eje central de un instrumento, como por ejemplo la guitarra, permite a la banda abrirse camino en un frondoso jardín de sonidos que, aun con la reiteración como pauta, lejos de resultar repetitivos, enganchan y contribuyen a que las letras empiecen a ser, casi inconscientemente, coreadas por aquel que las escucha.
Coreadas y bien cantadas, pues todo ímpetu será poco cuando en Black Cloud nos dejemos llevar por las bases que amenizan, en modo de bucle, las palabras cantadas por la voz de Furguson, Eduardo Villa, unas palabras que se ensalzan como protagonistas al inicio del track y que van compartiendo protagonismo con un ritmo más vivo hacia el final de éste; o, por otra parte, cuando decidamos que la melodía en la que queremos sumergirnos es la presentada en Can you hear me?, cuyo estilo se muestra menos delicado pero más envolvente gracias a la reverberada parte vocal.
No obstante, esta propuesta de baile basada en el giro hacia el territorio electrónico, no viene sola, pues una original presentación en la propia web de la banda, frgsn.net , nos permite encontrar, entre conceptuales imágenes y una original disposición de elementos, ambos temas y sus letras.