La biografía de un médico judío del siglo X
Por Ana Olivares
Esta semana volvemos con narrativa histórica de mano de Carlos Aurensanz, autor de la famosa trilogía de Banu Qasi que vendió numerosos ejemplares en nuestro país. Quien después de escribir el thriller La puerta pintada, retoma la acción con Hasday. El médico del califa, novela ambientada en el emirato omeya bajo el califato de Abd al Rahman III de Córdoba que nos transporta a los fabulosos años de esplendor andalusí en la España del siglo X.
Abderramán III (891-961) asumió el gobierno del Emirato de Córdoba en el año 912 demostrando su inteligencia y tenacidad para acabar con el clima de tensión política que amenazaba la zona. Ya en el año 929 fue nombrado califa del Califato de Córdoba, independiente al Califato Abasí. Primer representante omeya, fue capaz de someter las marcas fronterizas a su autoridad luchando contra los reinos cristianos del norte de la península ibérica. Protagonizó grandes victorias y derrotas, como la de Simancas (939) contra Ramiro II de León. También inició una campaña expansiva por el norte de África (conquistó Tánger, Ceuta y Melilla) para mantener a raya a fatimíes y abasíes. Todo ello sin descuidar las relaciones comerciales y diplomáticas con otros reinos, incluso con el Imperio bizantino y con el Sacro Imperio Romano-Germánico. Sin embargo, su aportación más famosa fue la arquitectónica con la construcción de la ciudad palatina de Medina Azahara (Madinat al-Zahra) y la ampliación del alminar de la Mezquita de Córdoba, testimonios de la grandiosidad y belleza del arte de Al-Ándalus.
Dejando a un lado el marco histórico nos centraremos en el personaje principal: Hasday ben Shaprut, un joven judío que con tan sólo trece años le mueve una necesidad imperiosa de comprender el mundo. Se decantará precozmente por la medicina a pesar de que procede de una famosa familia de comerciantes y no dudará en transgredir cualquier norma que le impida aplacar sus ansias de saber. Pero esto es sólo el principio, seguiremos la trayectoria vital de Hasday como testigos de su romance con Umarit; de su amistad con Hakim; o del sólido vínculo que le une a su padre quien le regalará el Tratado de los simples, un compendio de medicina que revolucionó esta ciencia con grandes avances.
El excepcional carácter de Hasday le granjeará oportunidades, fama y algún que otro enemigo a lo largo de su vida. Pero cumplirá su sueño y aun más, será el médico de Abd al Rahman III.
Una trayectoria vital meteórica marcada por la curiosidad y el afán de nuevos conocimientos turbada en algunos momentos por la tragedia y la venganza, e iluminada por el buen hacer de nuestros protagonistas.
Una novela con la que tendremos la oportunidad de acercarnos al mundo andalusí en su apogeo; imaginar el fascinante mundo de la medicina del siglo X; y vivir un romance que superará todos los obstáculos ¿Qué más se puede pedir?
Carlos Aurensanz ha realizado un importante trabajo de documentación histórica en esta obra, también ha sabido “dar vida” a interesantes personajes pero lo más destacable de dicho autor, sin duda, es su capacidad para hacer viajar atrás en el tiempo a sus lectores.