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Estreno de Lígula

Por Sandro Maciá

Como quien dice, la Navidad suele ser la época de las sorpresas por excelencia. ¿Será por los regalos -no siempre acertados-? ¿Quizá por las visitas –esperadas, inesperadas, queridas o soportadas-? ¿Se deberá, tal vez, a la ilusión por hacer del tiempo libre un momento en el que disfrutar de improvisados planes? Ni idea. Cada cual que se sume al argumento que prefiera y que haga de su sorpresiva etapa de espumillones y abetos su bonita historia, porque yo, si de sorpresas he de hablar, ya he sido gratamente alegrado con ser conocedor de una gran noticia, una “buena nueva” que bien podría llegar al ritmo de Papá Noel y sus tropecientos renos, pero que lo hace al son de aires menos histriónicos y más folk: el anuncio de la gira que Lígula emprende junto a Carlos Sadness.

Tal cual. Tras iniciar su periplo en Alcalá de Henares, el septeto valenciano acompañará al barcelonés autor de Ciencias celestes y La idea salvaje en sus conciertos de Valladolid, Salamanca, Granada y Almería, en una “minigira” que les llega como premio por haber sido los ganadores del certamen Sona La Dipu 2016 y que les permitirá demostrar al gran público nacional que, si bien a larga cabellera pueden no ganar al venerado Sadness, a nivel de talento sí son capaces de marcarse un pulso bastante reñido con él.

Al menos, eso puede deducirse de la más fehaciente prueba que se tiene a día de hoy del talento de estos siete jóvenes, un primer LP -Distant Stairs (The Note Company 2015)-, donde cada uno de sus once cortes desprende una gracilidad –que no simpleza ni austeridad, pues en lo que a composición y riqueza de matices instrumentales se refiere, no hay duda del trabajo dedicado- y un intimismo melódico –a veces atmosférico, a veces concreto, pero siempre atrayente-, que hará que entre el público presente frente a las tablas del escenario se palpe de todo menos indiferencia.

¿Optarán Ignacio, Alejandro, Diego, Borja, Carlos, Joan y Guzmán por iluminar a los que acudan a su encuentro con la brillante Lights? ¿Preferirán sorprender con la arpegiada Ocean, de comienzo suave y cuerpo arropado por riffs y distorsiones? ¿Se decantarán por el dinamismo de Missing Bird? ¿Querrán animar al personal con el ritmo de Solid Company? Sea como sea, Lígula no decepcionará, pues mucho se hablará de su estilo, a camino entre toques de electrónica minimalista y corrientes de tipo folk y folk-rock –rozando la psicodelia en algunos momentos-, antes, durante y después de que su inminente tour finalice.

¡Ey! Y menudo final, pues este, que acontecerá el próximo 20 de enero como cierre la gira “Sona La Dipu”, será la ocasión perfecta para ver a Lígula teloneando a Miss Caffeina en La Riviera.

(Foto de Marina Rodríguez)