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Luminosa oscuridad de Ambros Chapel en su nuevo disco.

Por Sandro Maciá

Podrían ser Franz Ferdinand, pero su solidez les supera. Sería posible que se hicieran pasar por La Habitación Roja en alguna de sus etapas, pero sus estructuras rezuman oscurantismo y su voz se despliega –en inglés, además- con mayor consistencia.  Pudiera ser que evocaran a unos The Killers bañados en profundidad, pero sus sonidos envuelven más que la banda de Las Vegas… Vamos que, como poder, podrían gozar de ser comparados con cientos de grupos que, a día de hoy, han demostrado tener un talento indiscutible para avalar la carrera que han desarrollado; sin embargo, si por algo no nos encontramos frente a ninguna de las formaciones citadas, es porque tenemos la suerte de estar ante otra que llega desde Valencia y que, aún con esas referencias, fija su rumbo hacia matices más próximos a The Cure, a la glorificación de The Church y a la distinción del Sr. Ferry y sus Roxy Music: Ambros Chapel en el que es su flamante y recién estrenado trabajo “Portraits” (Harmony Records / Flor y Nata Records, 2017).

Compuesto por diez temas de tintes británicos y enmarcados en una línea conductora basada en la creación de una atmósfera elegante donde los instrumentos y las voces comparten protagonismo en un universo cargado de matices y sonidos que descubrir y redescubrir –una escucha nos sabrá a poco-, lo nuevo de Pablo Casero (voz principal y guitarra), Alfred Sanchís (bajo), Óscar Vadillo (guitarra solista y coros) y José Rodríguez (batería) vuelve a presentarse al oyente como un lienzo en blanco sobre el que se van proyectando luces y sombras por igual, dando lugar a nítidos pasajes sonoros y a complejos momentos donde el paso de la luz a la oscuridad juega al despiste entre transiciones traslúcidas.

En este sentido, el juego de luces y sombras, siempre entendido como la variación de intensidad dependiendo del corte –nunca como un binomio de aspectos positivos o negativos-, puede apreciarse desde los primeros riffs de la potente Mental hasta el golpe final de August, principio y fin de esta decena de canciones que nos harán disfrutar de la amplitud vocal de Pablo y de la incombustible virtud de sus compañeros en cada instrumento que da forma a la belleza de Glassvegas –aires de indiferencia entre feroces cuerdas-, la fuerza de Whiskey, la paz –contenida- deDéjà vu, la rabia y determinación de Insight o Wonder Why y el sentimiento de Beirut, por citar algunos cortes.

En definitiva, un buen surtido de imágenes de las que disfrutar sin el prejuicio de temer ser iluminados o de dejarnos llevar a la dulce oscuridad del mundo que recrean los de Valencia en su Portraits –bien traído, muy bien traído el título-, disco que se ve precedido por “Rome” (Malatesta Records, 2009), “Constants are Changing” (7Days Music, 2011), el EP “Electric Eye” (2012), «The Last Memories» (7Days Music – Harmony Records, 2014) y algunas maquetas -Demo 06” y “Demo 08”-, ediciones que ya dan fe de cómo ha ido evolucionando Ambros Chapel desde sus inicios en 2006 hasta el momento de entrar, ya en 2017, a los Millenia Studios, Carcosa Studios y Calexico Studios para dar forma a su último estreno, que no pocas alegrías les reportará. Seguro.

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