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“Cuentos antropológicos”

Por Ana Olivares.

Luciano Lamberti nos sorprende de nuevo con la reedición de su obra: El asesino de chanchos. Un género breve que domina sobradamente dada su prosa salpicada con brotes fantásticos donde el hombre está ligado a su propia suerte.

Se trata de cuentos que no guardan relación entre sí, aunque esconden ciertos patrones que repetirán la mayoría de los hombres, incluso los más inverosímiles. Y a su vez, suponen el estudio de una sociedad enferma corrompida por la decadencia, la mentira o la desgana; donde hallaremos asesinos y gente corriente, como la vida misma. Pero siempre acompañados por elementos mágicos o fantásticos que contrastan con el escenario descrito. A Lamberti le gusta “maquillar la realidad”.

Dicho autor argentino recoge su herencia del propio Borges, Cortazár o Bolaño en cuanto a esa especie de realismo imaginario que envuelve cada una de sus obras. Pero tan sólo son matices que complementan un estilo propio más oscuro y decadente, centrado en analizar al individuo desde dentro; una especie de estudio en el que recorreremos los rincones más oscuros del alma humana.

A través de las diferentes historias o situaciones que se nos plantean evoca distintas sensaciones fugaces que nos harán reflexionar como seres humanos sin proponérnoslo, aunque movidos por el morbo o la curiosidad del tétrico o patético escenario descrito. Una novela sólo apta para los amantes de los relatos cortos.

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