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silvia_gUna novela escrita para hombres

Por Gemma J. GIner

Me habían hablado muchísimo de esta escritora, Elísabet Benavent y de su novela “En los zapatos de Valeria”. Yo no había leído nada de ella y ni siquiera la conocía. Y me dijeron que me animara con “Persiguiendo a Silvia”, su última saga.

Si soy sincera, debo decir que esta novela no me ha gustado. Cada página que leía era más machista que la anterior y creo que novelas como estas hacen un flaco favor a la sociedad hoy en día.
¿Para que estamos las mujeres?, ¿para cumplir las promesas sexuales de ellos?, ¿para que nos tengan escondidas y así no perjudiquemos su trabajo?
Leo mucha erótica y ya estoy cansada de leer la misma historia cientos de veces, jefe rico, poderoso, súper activo sexualmente y ella, su secretaria o una trabajadora de un rango mucho inferior y más joven que él y como siempre con un carácter infantil o inmaduro. ¿Qué pasa si no queremos hacer sexo anal?, ¿nos van a querer menos?. Las mujeres también tenemos opinión y si no queremos hacer algo en la cama no tenemos que hacerlo sólo porque ellos sí quieran hacerlo. Basta de hacer sumisa a la mujer. Nosotras también tomamos decisiones.

Quiero leer historias eróticas en las que se destaque el empoderamiento de la mujer, en la que las mujeres no sólo estemos para cumplir las fantasías sexuales de nuestras parejas. Escritoras de erótica, ya se que esta historia funciona muy bien, pero cambiemos, saquemos nuevas historias para que las que leemos este estilo no pensemos que estamos leyendo el mismo libro una y otra vez. Originalidad. Menos machismo.

Además, en esta novela hay ciertas escenas en concreto en que el protagonista es absolutamente agresivo con ella y la humilla públicamente. Precisamente son estos temas con los que no hay que jugar en este momento tan delicado que vivimos. Vale que ella hace cosas que no son normales, pero eso no justifica que él le diga que en ese momento le daría una paliza.

Se que los libros también son fantasía y entretenimiento… pero por favor, con ciertos temas no se juega. No comparto la sumisión de la mujer ante el hombre, del típico poder del hombre y de la agresión verbal a la mujer, por no hablar de ponerle la mano encima.

¿Cómo estamos educando a las adolescentes que leen este tipo de novelas?, ¿a dejar sus vidas para satisfacerles a ellos?, ¿son conscientes las madres de lo que leen sus hijas? Hay muchos tipos de erótica, y ni toda es buena, ni toda mala. Simplemente hay que elegir bien. Tenemos que ser conscientes de que la lectura llega a mucha gente, y ya hay suficiente machismo y desigualdad en los medios como para que encima, nosotras mismas, continuemos este ejemplo con la literatura. Tenemos que crear mujeres libres, autosuficientes, que se valgan por ellas mismas sin necesidad de ningún hombre, y más, si nos hacen sentir débiles. Un hombre nos tiene que complementar y no hacernos sentir inferiores o dependientes de ellos.

En esta novela he leído frases como “por eso eres la única persona con la que quiero pasarme la vida. Eres la única persona capaz de darme lo que necesito”. Y la respuesta a esto es sexo anal y sexo desenfrenado cada noche. Pero una relación es más que eso. Si el amor romántico ya es machista… este tipo de relación en la que sólo se basa en el sexo… ya ni te cuento. El protagonista le dice que no quiere casarse con ella porque no se imagina su vida follando con la misma mujer y ella se queda tan tranquila. Por supuesto. También he leído frase como “¡Silvia, eres mía!” o ella diciéndole “yo quiero ser mujer florero”

Álvaro la tiene limitada. No la quiere con él, pero tampoco quiere que ella esté con otro. Al final es él quien lleva el control de la vida de Silvia y ella parece que tiene tan poca personalidad, que tiene que venir otro chico para decirle todo esto. Es muy deprimente. ¡Todas las decisiones en esta novela son tomadas por hombres!
Así que me quedo con una frase que le dice Bea, la mejor amiga de Silvia: “Álvaro no te completa, Álvaro te consume”. Sabias palabras.

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