El sueño americano, es pesadilla
Por José Luis Sola Marín
La verdad es que las primeras páginas de este ensayo me han llevado directamente al año 2002, a la clase de Filosofía Política en la Facultad de Ciencias Sociales y Jurídicas de Orihuela (Universidad Miguel Hernández). En aquellos primeros días del mes de octubre además de la Guerra de Irak, se trataba las formas de gobierno de Aristóteles.
Mientras las grandes fortunas llevaban años enriqueciéndose a base de esquilmar a las clases medias y populares, en el aula se debatía sobre el sistema ideal, la Democracia. Aquello era, sin dudas, la panacea, el gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo en el cual todos los ciudadanos eran iguales y entre todos determinaban el futuro de la polis.
La eclosión del neoliberalismo permitió que los gobiernos fueran cambiando rápidamente las leyes para garantizarse mayores beneficios y pagar menos impuestos bajo la acuciante presión de los lobbies y de los mercados. La historia se volvía a repetir, sólo se modificaban los nombres pero el objetivo es siempre el mismo. Al igual que en la Edad Media el tercer estado sustentaba a la nobleza y el clero, en la Edad Contemporánea es el 99% (clases medias y clases populares) quienes sustentan a los mega-ricos (el 1%).
Entretanto a nosotros nos engullían las fotocopias y los libros sobre las diferentes revoluciones liberales del siglo XVIII y cómo la ciudadanía iba alcanzado mayores derechos políticos y libertades públicas (libertad de prensa, sufragio, libertad de información, opinión…). Los gobiernos de los países occidentales iban derrumbando el Estado de Bienestar y, por ende los derechos de tercera generación (derechos económicos). Poco a poco, el Estado Democrático Social y de Derecho se iba quedando sin sus valores, para pasar a obedecer a la tiranía de los mercados. Primero se redujeron los derechos económicos y sociales, después los derechos políticos (como la limitación del derecho de manifestación) y ahora los gobiernos se doblegan a la tiranía de los mercados, sujetos (por llamarlos de alguna forma) a los que no se les ha elegido democráticamente y ni tan siquiera sabemos quiénes son.
En pocos años hemos pasado de ver cuál eran las ventajas de la Escuela Pública y del Sistema Público a ver como el Welfare State junto a los valores de solidaridad y justicia social quedaban sustituidos por el patrón oro y el dólar. En palabras de Quevedo, poderoso caballero don dinero.
Cada día que pasa, el Estado adelgaza más su estructura porque la empresa privada en competencia (¿perfecta?) es la única que garantiza la eficacia y la eficiencia de la economía, dicen los neoliberales. Pero sólo hay que ver que los ciudadanos de pie no han visto aumentar los beneficios de la eliminación del Estado, sólo hay que ver la factura de la luz, del teléfono, del agua…
Tanto EEUU como Europa occidental están sufriendo las dramáticas consecuencias de la desregularización y la eliminación de los organismos de control y supervisión, pero eso no preocupa a los gobiernos ni a la gente que está metida en su mundo de panem et circenses. La ciudadanía ha perdido la batalla, ha permitido que el 1% haya ganado utilizando el arma del miedo. ¿Se puede revertir la situación? Sólo depende de ti.
Avram Noam Chomsky es un lingüista, filósofo, politólogo y activista estadounidense, con un marcado carácter anarquista o socialista, es también reconocido por su activismo político contra el capitalismo y la política exterior de EEUU.