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Nuevo EP de Psychodrome

Por Sandro Maciá

Hace sólo unos meses que pusieron la pica en Flandes y ya van rumbo al sol. Mola, ¿eh? Y mucho. Porque así son los Psychodrome, y porque gracias a su incontinencia creativa, además de poder llegar a conquistar toda cima que se les antoje, nos permite a todos los que ansiamos fervientemente zamparnos su inédito material, tener la oportunidad de hacerlo.

¿Un “quid pro quo” de toda la vida? Podría decirse, pero con el valor añadido de que los que ahora nos lanzan el guante para esperar respuesta, en vez de haberse acomodado con las rentas de su exitoso Bohemian Lights (Flor y Nata Records, 2017), han decidido volver a la carga con tres dosis de ese pop-rock alternativo que hace poco calificamos como un “éxtasis sonoro que va en aumento canción a canción”, con tres “chupitazos” bien frescos de ese brebaje que sólo ellos, con sus referencias noventeras, sus tips de psycho-rock y sus coreados guiños a míticas bandas como The Doors, han sabido preparar para dar forma a su nueva publicación: Back to the Sun (Flor y Nata Records, 2018).

¿Se animan a probarlo? ¡Adelante! Adentrémonos en las festivas notas de cada corte. En la espiral de sonidos que van creciendo a cada segundo que avanzan los temas. En este trío de ases donde la voz de Nick Corominas, la guitarra de Kenny Honors, el bajo de Jesús Gual y las percusiones de Dani Smith nos permiten surcar las alegres frecuencias que se despliegan ya desde la primera y homónima canción, cuyo ardiente título, compartido con el disco, se corresponde con una estructura que trasciende del onírico comienzo a un popero pase de estrofas y un eléctrico estribillo de simpáticas guitarras y agudos y reverberadamente robóticos coros.

Tras ella, no menos importante resulta la intermedia Random,  con un título que  contrasta con su definido y marcado carácter bailable y con un estilo “ramoniano” en algún momento pero, sobre todo, rockeramente divertido y desenfadadamente atractivo para todo aquel que se considere fan de los hits festivaleros y de esas canciones que uno no puede escuchar sin sentirse permeable a las buenas vibraciones -¿serán las palmas? ¿las vivas voces?-.

Finalmente, el terceto lo cierra Poppy Juice, tema de melancólico principio y aire más “brit”, donde hacen del pop una constante en cada verso y en cada acorde, manteniendo el  “high level” en su energía pero apostando por un enfoque más relajado y por un desarrollo que, sin perder su identidad en la percusión y las cuerdas, podría llegar a asemejarse a la suavidad con la que fluctúan temas de bandas más electrónicas, como los extintos Chinese Christmas Cards.

Que vuelven al sol es cierto, ya que así han decidido proclamarlo en este Ep, pero que, con esta energía, bien lejos están de quemarse también, pues no es este su primer paso –antes del propio Bohemian Lights llegaronDiamond shine (2015), Chillhood (2015) y Substance (2013)- ni será el último.

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