Elena Rivera apuesta en su nueva etapa por el teatro.
por Vanessa Díez
Nora es la protagonista creada por el noruego Ibsen en «Casa de muñecas». Una mujer que dejó a su marido y a su familia para ser libre. «La vuelta de Nora» es la segunda parte escrita por Lucas Hnath en la que ella vuelve quince años después para que su marido firme el divorcio. Los personajes que quedaron en la casa se enfrentan a las contradicciones que provoca su regreso en ellos. En esta ocasión dirige Andrés Lima. Y el reparto está compuesto por Nora que será Aitana Sánchez Gijón, el marido será Roberto Enríquez, Emmy (la hija) será Elena Rivera y la nana será María Isabel Díaz Lago.
La obra se estrena este sábado trece de octubre en el Teatro Principal de Alicante, es un estreno a nivel nacional, después se irán de gira recorriendo cada semana diferentes puntos de España hasta abril, y a partir de junio se quedarán en Madrid.
Dentro de este elenco hemos podido hablar con Elena Rivera. Cercana y transparente, sin dobleces, incluso se disculpa por no haber podido hablar en la primera ocasión que teníamos prevista, se agradece. Ahora mismo ya ha abandonado su personaje de Karina en Cuéntame, aunque la podáis ver en pantalla, pero todavía se solapan promoción de capítulos de la serie, ensayos de la obra de teatro y entrevistas. Es complicado.
Hablamos con ella hace unos días y hoy llegan a Alicante para prepararse para la obra.
¿Por qué necesitabas ahora este cambio en tu carrera?
E.R. Fíjate, nunca he pensado en que lo necesitara. Simplemente, me comentó Ricardo que tenía pensado salir de la serie Cuéntame y para mi, era de lógica, yo lo pensaba así, que Karina es un personaje tan unido al de Carlosa, la esencia es esa. Carlos y Karina tanto estén bien como estén mal, siempre están muy unidos, para bien y para mal. Tanto profesionalmente como personalmente me guío mucho por sensaciones. Esa etapa había llegado el momento de cerrarla. Han sido muchos años. Lo quería cerrar bien, de una manera bonita y sintiéndome satisfecha. Creo que así ha sido. Todavía queda por emitir el último capítulo, a ver qué tal, espero que la gente lo reciba bien. Ahora con nuevas cosas, nuevos proyectos y nuevas etapas.
Ahora todo un reto. Volver al teatro. ¿Qué te da el teatro que no te da la televisión?
E.R. Es tan mágico lo que te hace sentir el teatro y estar encima de un escenario. Quien no lo haya probado es complicado poderlo explicar con palabras. Sobre todo lo que te da es esa adrenalina que creo que es necesaria en nuestra profesión. Te subes ahí en las tablas. Ese calor del público. Las reacciones que tienen ante cualquier frase de la función. Hay un feedback. Cada día es totalmente diferente la obra. Es algo mágico, muy mágico. Tienes que estar muy activo. Es algo vivo. Tienes que estar muy atento a cualquier cosa que ocurra. Tienes que dominar sobre todo mucha técnica. Todo lo que te da el teatro y lo que aprendes en el teatro es lo que más me llevo a la hora de ser luego una buena actriz, porque esta profesión es así, yo creo que en las tablas se demuestra si tienes esa cosas innata que hay que tener o te toca trabajar mucho mas. El teatro no tiene trampa ni cartón.
¿Cómo van los ensayos?
E. R. Van bien. Hemos hecho como dos fases de ensayos. Una primera fase fue en junio, luego hemos parado, y ahora hemos empezado con la segunda fase. Van bien; pero si que es cierto que ahora en cuanto hemos empezado esta segunda parte estábamos un poco todos desubicados. Yo creo que no nos acordábamos ninguno de lo de junio. Andrés Lima estaba muy tranquilo, porque él ha trabajado más veces así y decía que estaba convencido que en un par de días nos iban a salir todas las cosas que eso se queda todo en el subconsciente. Y es verdad, muchas veces los actores nos ponemos más nerviosos y estamos mirándonos más a nosotros mismos el trabajo cómo lo estamos haciendo, hablo por mí, pero creo que esta vez los cuatro somos muy parecidos en ese sentido, nos exigimos mucho, queremos estar ahí al cien por cien. Estamos nerviosos, creo que es necesario también esos nervios antes de empezar una obra y antes de estrenar pero están yendo bastante bien. Estamos contentos.
Es la primera vez que trabajas con Aitana Sánchez Gijón. ¿Qué tal es trabajar con ella?
E. R. Una maravilla, todo lo que te pueda decir es poco. Si que iba un poco con respeto. Es una actriz de toda la vida. Siempre me ha gustado mucho. La he visto como un referente. Irradia elegancia y clase. Y después es una mujer muy trabajadora. Con ella después fenomenal. No tiene nada que te haga sentir como miedo o que te imponga, al contrario. Desde el primer minuto ya te está ayudando. Es super generosa. Rema a favor completamente. Tiene mucho peso en esta función. No deja de tener mucha responsabilidad y aún así se pone en el lugar del otro ayudándote muchísimo y eso se agradece un montón.
¿Te ha dado algún consejo para enfrentarte al personaje?
E. R.Todavía no hemos entrado tanto tanto en eso, porque todavía estamos cada una como buscando, pero bueno sí que es verdad que da mucha fuerza el ponerte delante de ella, porque ya sólo con mirarla a los ojos fluye. Está ya ella tan metida en su personaje que ya sólo con eso le ayuda al tuyo. Es mirarla y parece que vas entendiendo tu propio personaje, ya con eso me quedo.
¿Cómo es estar en la piel de Emmy? ¿Cómo se enfrenta la hija a la vuelta de Nora?
E. R. No creía que iba a ser tan complejo este proceso de quitar capas. No es tan sencillo como parece cuando lo lees por primera vez, porque tiene que haber ahí una contradicción continua. Es mi madre porque es mi sangre y porque me han dicho que tú eres mi madre, pero realmente para mi no ha ejercido como tal, porque cuando yo era muy pequeña, tenía tres años ella se fue. Entonces me he criado con mi padre y con Anne Marie que era la nana y ella era la que nos crió. Es ahí algo extraño. Es algo que me está costando. Tengo que hacer como que no me importa mucho, pero a la vez hay algo por debajo que duele, hay una herida que no se ha cerrado. Me duele ver que han pasado quince años y mi madre nunca ha hecho nada por mantenerse en contacto con una carta o una llamada. Nada. Ahí está el asunto de ir encontrando más sentimientos que le afloran a Emmy al encontrarse a su madre en casa.
¿Algún ritual que suelas hacer la noche del estreno?
E. R. Te diría que no soy mucho de esto, no soy supersticiosa. Me dejaré un poco llevar y según lo que me surja. Si estoy muy nerviosa quizá sólo esté concentrada o si de repente estoy más relajada de lo que creía sí que me de por hacer algo. No lo se. Un ritual así específico no suelo tener. Es verdad que cuando hicimos «El arte de la entrevista» teníamos un ritual en grupo, nos juntábamos en el camerino de Luisa Martí y ella tenía un cuarzo y una amatista y nos cogíamos las manos y decíamos «cuarzo, amatista el arte de la entrevista», y ya salíamos todos, era algo más en grupo, pero yo no he sido nunca de hacer nada.
¿Has visitado Alicante antes?
E. R. Alicante lo que es Alicante no. He visitado cuando era muy pequeña el Levante, pero ha sido más San Juan y toda esta zona; pero lo que es la parte de Alicante no he estado nunca, tengo ganas de ir para allá porque llegamos el día diez con ensayos también allí en el teatro. El trece el estreno y el catorce que también hay función y ya nos volvemos. Supongo que habrá algún hueco de poder ver algo.
¿Último libro leído?
E. R. Estoy volviendo a leer «Campos de fresas» (de Jordi Sierra i Fabra), que me lo mandaron en su tiempo en el instituto y me gustó muchísimo, me ha dado por volvérmelo a releer.
Un escritor o escritora de Aragón que nos puedas recomendar.
E. R. Luz Gabás. Me he leído «Palmeras en la nieve», aunque suene muy tópico. Es verdad que tengo ganas de leerme la última «Como fuego en el hielo». Aún no he tenido tiempo de leerla, pero la tengo ahí fichada.
¿Qué música llevas en el ipod?
E. R. Absolutamente de todo. Yo empecé cantando antes de la interpretación. Me gusta el pop, de las baladas también soy muy fan, pero es cierto que me animo a cualquier cosa porque la música es mi debilidad. Cualquier palo me encanta. Puedo tener Camilo Sesto, fíjate si me pilla a mi lejos, lo último de Rosalía, o copla porque de muy pequeña es algo que inculcaron mis abuelos.Tengo un poco de todo, tengo una mezcla bastante peculiar.