La familia de acogida ejerce el cuidado del niño en situación de desamparo
Por María Elena Ayala
Hogares compartidos es un libro que nos muestra de una manera amena y cercana la realidad de las familias de Acogida. La familia de acogida ejerce el cuidado del niño o del adolescente (en situación de desamparo ) comprometiéndose a ocuparse no sólo de su sustento sino también de su formación personal y educativa, hasta que el menor pueda regresar con un pariente biológico o sea dado en adopción. Son familias que de manera generosa brindan el calor de su hogar a niños o bebés que proceden de familias desestructuradas. Su labor es muy importante ya que apoyan en el desarrollo emocional y educativo del menor en un ambiente familiar evitando las largas estancias en los centros de menores.
Hoy en día se va apoyando más a este tipo de familias ya que son una herramienta importante para la integración social de menores que están bajo la tutela o guarda de la administración. Una alternativa a potenciar y a promover en nuestra sociedad, fomentando familias que opten por ser familia de acogida. Como bien dice la autora del libro “para ser familia acogedora no hace falta ser millonario ni super héroe” hace falta un gran corazón y ser generoso, ya que saben que estos niños estarán con ellos de manera temporal y ofrecen su cariño y amor de la manera más desinteresada.
El libro nos narra 27 experiencias de familias de acogida cada una con diferentes matices y sentimientos. Todas ellas reflejan los diferentes objetivos del acogimiento familiar uno de los más importantes es evitar la permanencia contínua en un centro de acogida de menores un relato lo explica muy bien, Leonor una madre de acogida luchadora que optó por ser familia acogedora ya que no pudo tener hijos de manera natural :”en las residencias se les atiende bien. No les falta de nada,tienen juguetes, ropa, pero se nota el vacío, el cariño individualizado de unos padres”.
Ser familia de acogida es una experiencia intensa y una figura que quiero mencionar es la de los padres-abuelos que en la mayoría de los casos son abuelas con escasos recursos económicos que han visto fracasar a sus hijos y tienen la gran labor de sacar adelante nietos. Aquí se ejemplifica otro de los objetivos del acogimiento familiar, mantener al menor en un entorno saludable y protegido siempre teniendo en cuenta el interés del menor.
Por otro lado también reseñar el tipo de ayuda económica que reciben las familias acogedoras que en muchos casos resulta escasa. Reciben tan poco por la gran labor que hacen;Carmen y Juan fueron padres de acogida y luego abuelos así lo relatan “nuestra niña nos ha dado una nieta preciosa,ella llegó a casa con su adolescencia, llena de dolor, dura,…tenía miedo de no ser capaz y ahora nos reímos al recordarlo. Dándoles cariño, apoyo y confianza, sacan tantas cosas buenas que ignoraban que tenían porque nadie se lo había dicho”.
Tomar la decisión de ser familia de acogida puede dar miedo; en palabras de un padre de acogida….Jesús Fernández “recuerda el motivo por el que comenzaron con esta forma de ser padres. Al principio tenia miedo de encariñarse con ellos y no ser capaz de superar el duelo. Sin embargo, ver que hay tantos niños en situaciones difíciles y de las no tienen culpa les animó a considerar las cosas de otra manera.
Muchos de estos niños han podido desarrollarse de manera integral llegando a conseguir trabajos estables y una vida digna ,gracias al apoyo y dedicación de estas familias.
Hogares compartidos es un libro que te llegara al corazón y abrirá a más de una persona a plantearse la posibilidad de ayudas y pensar en esos niños que tanto amor necesitan.
Olvido Macias es Licenciada en Ciencias de la Información. Ha realizado cursos de televisión público-privada de RTVE, de periodismo en el país y de especialización en Hispanoamérica de la Agencia de Cooperación.