
“This is a man’s world”…dice la canción.
Por Ana Olivares.
La posada Jamaica (1936) de Daphne du Maurier, reconocida escritora británica de principios del siglo XIX, es una novela con características propias de la literatura romántica del siglo XVIII por sus paisajes recónditos y lúgubres repletos de misterios paranormales, pero con personajes que mantenían una tensión psicológica agobiante propia del thriller que mantenían sus miedos o dilemas morales, denunciando a su vez el papel de la mujer dentro de una sociedad misógina dominada por hombres. Por lo que a su propia autora no le gustaba nada que la catalogasen como “novelista romántica”, ya que ella misma se comparaba con el estilo de las novelas de Wilkie Collins, más cercano a las novelas de “hechos insólitos” que ponían los pelos de punta a los lectores de la época.
Según la propia Daphne du Maurier esta posada aún existía cuando ella escribió la novela y se basó en cómo sería este lugar ciento veinte años antes…Con esta introducción ya podemos hacernos una idea de qué elementos encontraremos dentro de esta espeluznante historia.
De entrada, nuestra joven e inocente protagonista Mary Yellan queda huérfana y se ve obligada a viajar a esta posada donde reside su tía Patience, el único familiar vivo que le queda. Mientras va en el carruaje, el propio cochero le advierte que ese lugar posee mala fama y temen a quien lo regenta. Sin embargo, ella mantiene una viva imagen de su tía a través de sus cartas y esto la anima a continuar; pero cuando llega, se da cuenta de que la realidad que imaginaba está totalmente distorsionada. Su tía ya no es la que era, pues sufre un maltrato psicológico y físico continuado por parte del bruto y alcohólico de su tío Joss Merlyn, un hombre atormentado por sus fantasmas, quienes lo visitan cada noche para recordarle sus fechorías… Al principio Mary Yellan no sabe exactamente a qué se dedica su tío y cuando lo descubre queda totalmente horrorizada por las atrocidades que presencia a la vez que debe hacer frente a la difícil situación que vive día a día ya que su propia tía no es capaz de ayudarla. Enseguida comprende que su tío es un contrabandista y un asesino que lidera una banda dedicada a provocar naufragios…El ambiente de represión y violencia que vive día a día y las distintas vejaciones a las que se ve sometida no serán suficientes para que ésta abandone sus valores aprendiendo a sobrevivir en un entorno dominado por hombres sin escrúpulos. Aunque contará con el apoyo inesperado de Jem Merlyn, al que no sabe si confiar sus temores por miedo a que su carácter sea igual de rudo que el de su hermano. Entre ambos se despertará una atracción física de la que surgirá una incipiente relación que sirve como colofón final a una historia muy completa.
Esta escritora inglesa nacida a principios del siglo XX quiso dedicarse a la carreta literaria a pesar de gozar de una posición social prestigiosa. Se casó con un veterano de guerra con el que tuvo tres hijos y un matrimonio insatisfecho. Además, podríamos calificarla como una feminista abanderada pues en la mayoría de sus obras retrata a mujeres traumatizadas o perversas; una discreta misoginia y crueldad extrema del hombre hacia la mujer que sirven a modo de denuncia al machismo de la época. En 1931 publicó “The Loving Spirit” su primera novela, sin embargo no fue hasta 1938 con “Rebeca” cuando obtuvo el reconocimiento de la crítica y se consagró como escritora. Fue nombrada “dama” en Inglaterra y residió muchos años en una mansión situada en la costa de Cornualles, en la que ambientó esta novela y muchas otras.
Como apunte final decir que Alfred Hitchcock era seguidor de sus obras y en 1939 llevó esta obra al cine titulándola “Jamaica Inn”. El filme mantiene la esencia de la novela pero no refleja la verdadera carga psicológica de los personajes quedándose solo con la imagen del aristócrata con doble moral que cuida y maltrata en alternancia a su mujer y sobrina. Además, se dice que cambió el final para contentar al actor “estrella” que representaba el papel de Joss Merlyn (Charles Lauhton) en detrimento de la historia original donde nuestra inestimable protagonista Mary es interpretada formidablemente por la actriz Maureen O`Hara. Hitchcock también adaptó a la gran pantalla “Rebeca, una mujer inolvidable” (1940) y Los pájaros (1963), ambas basadas en las novelas de Daphne du Maurier.