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Cuando la vida en el campo no es aquello que crees

Por Rubén Olivares

¿Las ventajas de la vida en el campo? Pero, ¿De qué ventajas hablamos? ¿Qué vida esperamos? ¿Qué entendemos por campo? Pilar Fraile nos invita a descubrir en esta novela que, quizás esa fiebre que sorprende al urbanita y que le aboca a huir de la ciudad, paradigma del estrés, la polución, la vida artificial y acelerada, no nos ofrezca la ansiada libertad y retorno a las raíces que añoramos cuando hablamos de vivir en el campo. O al menos no lo acaba siendo para su protagonista, Alicia, una joven arquitecta que busca un cambio en su vida y decide mudarse junto a su marido y su hija a una urbanización en las afueras de un pequeño pueblo. Si por el título esperábamos una novela sobre las ventajas de la vida en el campo, con sus bucólicos paisajes, su limpio aire, su tranquilo y acompasado estilo de vida amoldado al ritmo de las estaciones, adornado con la amabilidad de unos vecinos campechanos, dispuestos a tendernos una mano, pronto acabaremos recibiendo la primera bofetada que, lejos de hacernos huir, nos atrapará e irá inmiscuyendo en la densa neblina que rodea a esta historia y en la que iremos descubriendo que las figuras que perfilan la bruma no siempre son tan inocentes – ni tan terribles – como pensamos.

Las ventajas de la vida en el campo arranca con fuerza y nos introduce con violencia en la historia, pues lo primero que descubrimos es que su protagonista ha atropellado a un perro, y a medida que avancemos por sus páginas la cruda, directa y desnuda narrativa del hecho nos transportará hasta ese campo nevado e impregnado de sangre en el que el olor a muerte satura el ambiente. Alicia, la protagonista, ha atropellado al perro de su vecino y decide ocultar el cuerpo del animal para evitar tener que enfrentarse a los ojos de aquel que siempre la observa. Los solitarios caminos pueden convertirse en una ventaja para aquellos que tratan de ocultarse de ojos curiosos. Sin embargo, como iremos descubriendo en la novela, Alicia no siempre ha tenido un comportamiento tan oscuro. Meses atrás, Andrés (su marido) y ella decidieron mudarse con su hija Miranda al campo, buscando una calma y sosiego que la ciudad no les brinda, al tiempo que esperaban lograr un mayor ahorro. Por ello cambian los ruidos de la ciudad por un pequeño apartamento, por el silencio del pueblo y las comodidades de una casa más grande. Sin embargo, pronto acabarán descubriendo que el campo no es tan bucólico e inocente como suponían. Poco a poco el frío, la falta de trabajo de Alicia, la relación distante con su vecino y la falta de intimidad de la pareja, acrecentada por la convivencia de ambos, irán haciendo mella en el matrimonio que irá mostrando poco a poco fisuras en los muros que mantenían la aparente idílica relación de la joven pareja.

Pilar Fraile da muestras del dominio y el talento narrativo que posee, intercalando saltos temporales en la historia que nos enfrentan el entorno rural, bucólico e idílico en el que los personajes esperaban vivir, con la realidad del presente que les atrapa: el silencio oscuro de los pueblos, el distanciamiento con “los de fuera” y las soterradas historias de afrentas entre familias que roen las relaciones del pueblo. El lector irá descubriendo a través del discurso de Alicia su propia transformación, así como la evolución de los personajes que la rodean y como, aquellos que al inicio parecían evocar malos augurios se revelan como incomprendidos seres solitarios, enfrentados con aquellos personajes seductores y atractivos que acaban descubriendo, tras retirar su piel de cordero, el verdadero talante manipulador y egoísta que los impulsa. A todo ello hay que sumar un el omnipresente paisaje, que envuelve a la historia y que acrecienta la sensación de opresión y tragedia que sobrevuela toda la novela. ¿Te atreves a descubrir cuales son las ventajas de la vida en el campo?

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