El vestido era un traje regional bávaro de los de verdad, con falda corta y delantal. Papá le había recogido el pelo en dos trenzas, así que estaba igualita que la Caperucita Roja que salía en su libro de cuentos.
Por Ana Olivares
Os presentamos una novela espeluznante. Un thriller basado en la trata infantil y en una red de pederastas ambientada en la cordillera del Taunus; región próxima a Frankfurt que sirve como escenario a esta serie policíaca protagonizada por el inspector jefe Oliver von Bodenstein y su colega Pia Kirchhoff. Ambos inician su investigación a partir de un grupo de jóvenes que se reúne en las afueras para beber y la fiesta se les va de las manos cuando aparece el cadáver de una joven en el río.
Nele Neuhaus, saltó a la fama en 2013 cuando publicó el libro “Blancanieves debe morir” con el que vendió millones de copias y se convirtió en una autora aclamada por el público.
Al tratarse de una serie de libros no sabía nada acerca de los personajes principales, sin embargo su lectura es independiente ya que no afecta para nada en la narración de la novela. Seguramente esto os sirva de motivación para ojear otras entregas de dicha autora.
Siguiendo esta línea en esta nueva entrega Neuhaus decide recrear los oscuros caminos del alma humana hablando del abuso infantil. Un tema tabú que sirve de denuncia social frente a los innumerables casos de abusos y torturas sobre niños. Una lacra social que persiste actualmente en todo tipo de sociedades. Incluso se inspiró en el libro de Ulla Fröhling “Padre nuestro que estás en el infierno”, donde su autora pone de manifiesto los años de vejaciones que sufrió durante su infancia.
Como en cualquier caso, esta red de sádicos aprovecha cualquier situación de conflicto para proveerse de carne fresca. Un ejemplo real de ello es la guerra en Siria y el consecuente éxodo masivo de refugiados hacia Europa donde miles de niños y niñas desaparecen antes de llegar a las fronteras. Los huérfanos o los que atraviesan momentos de dificultad son objetivos preferentes debido a su alta vulnerabilidad y a la facilidad con la que la sociedad los olvida. Refleja a una sociedad enferma que convive cada día entre nosotros sin que apenas nos demos cuenta, salvo por algunos casos que toman relevancia y salen en los informativos.
Sin embargo, en esta ocasión la trama se basa en una mafia poderosa que actúa en la sombra y que utiliza su influencia para lograr nuevas víctimas y así poner en práctica sus perversas motivaciones. Los niños y niñas en riesgo de exclusión social son la mercancía predilecta dentro de este círculo de privilegiados y depravados sociales. Si a esto le añadimos la investigación policial que llevan a cabo la pareja de detectives: Pia Y Oliver, junto con el relato de un tercer personaje sospechoso, la narración se transforma en una trama compleja que nos permite experimentar ambas realidades: víctima y verdugo -la tercera sería la de los policías-. Del mismo modo que el tema desgarrador que nos aguarda nos garantiza permanecer pegados a la lectura desde el principio. Será morbo, curiosidad o rabia, cualquiera de estas emociones son válidas para reconocer que el argumento crece a medida que avanzamos por lo que es fácil permanecer atento a su lectura.
Sin duda tratamos un tema escabroso desde dentro, conociendo los detalles más enfermizos hasta culminar en un final inesperado, trágico pero sorprendente. Un aliciente más para asegurarnos que tenemos en nuestras manos una buena novela negra. Eso sí, no apta para espíritus sensibles.
¿Te atreves a descubrir quién es el lobo feroz?